“Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en Cristo nos bendijo con toda bendición espiritual en los cielos” (Efe. 1:3).
EL GRAN PLAN CRISTOCÉNTRICO DE DIOS
¿Cuál es el plan de Dios “llegado el tiempo” y cuán amplio es su alcance? Efesios 1:9, 10.
Pablo utiliza tres etiquetas para el plan de Dios: (1) “el plan que había mantenido en secreto”, (2) lo “que había decidido realizar”, y (3) “su plan” para cuando “llegue el momento preciso” (DHH). ¿Cuál es el plan supremo y final de Dios? Unir todo, en todas partes, en Jesús.
El término que Pablo utiliza para describir el plan es gráfico (griego, anakephalaiōsasthai): “reunir”, “restaurar” o “recuperar” todas las cosas en Cristo. En la práctica contable de la antigüedad, se “sumaba” una columna de números y se colocaba el total en la parte superior. Jesús encabeza el plan escatológico final de Dios. Este plan cristocéntrico se elaboró “antes de la creación del mundo” (Efe. 1:4) y es tan amplio que abarca todo el tiempo (“en el cumplimiento de los tiempos establecidos”, Efe. 1:10, RVR 95) y el espacio (“todo lo que está en el cielo y lo que está en la tierra”). Pablo anuncia la unidad en Cristo como la gran meta divina para el Universo.
Al analizar el “plan de Dios, que se cumplirá a su debido tiempo” (Efe. 1:10, PDT), Pablo comparte el tema que entretejerá a lo largo de la carta. Dios comienza su plan para unificar todas las cosas (cimentado en la muerte, la resurrección, la ascensión y la exaltación de Jesús [Efe. 1:15–2:10]), fundando la iglesia y unificando elementos dispares de la humanidad (judíos y gentiles) en ella (Efe. 2:11–3:13).
De esta manera, la iglesia advierte a los poderes malignos que el plan de Dios está en marcha y que el gobierno divisor de Satanás terminará (Efe. 3:10). Como dice la Biblia en otra parte: “ ‘Porque el diablo ha descendido a ustedes con gran furor al saber que le queda poco tiempo’ ” (Apoc. 12:12).
La segunda mitad de la carta de Pablo comienza con un apasionado llamado a la unidad (Efe. 4:1–16) y continúa con una larga exhortación a evitar conductas que dañen la unidad y, en vez de eso, a que fomenten la solidaridad con los hermanos en la fe (Efe. 4:17–6:9). Pablo concluye con la imagen conmovedora de la iglesia como un ejército unido, participando con vigor en la lucha por la paz en el nombre de Cristo (Efe. 6:10-20).
¿Cómo puedes reconocer y celebrar que la redención que vives en Cristo Jesús es parte de algo amplio y grandioso, una parte integral del plan final diseñado por Dios para unir todas las cosas en Cristo?