Vestidos de Gracia: Imágenes de vestidos en la Biblia
Raquel Bouvet de Korniejczuk
sábado 26 de marzo, 2011
Vestidos de Gracia: Imágenes de vestidos en la Biblia
Lección 1: En el telar del cielo
Dra. Raquel de Korniejczuk
Comparte con tus amigos
a. Recorta imágenes de personas que se puedan identificar por su vestimenta
(beisbolista, artista de cine, presidente de un país, médico, etc.) pero cubre o
recorta las cabezas para que nadie se distraiga al reconocer los personajes.
Pregunta: ¿Quiénes son? ¿Cómo describirías su carácter? Espera sus
respuestas. Identificarán las profesiones posibles y también los rasgos de
carácter esperados. Notarás cómo se juzga el carácter de una persona por el
estilo de su vestimenta. Es que como te ven, te tratan. Los jugadores de un
equipo deportivo parecen saludables, esforzados, valientes. Los religiosos
muestran sobriedad, humildad, piedad y confianza. Los policías con sus
uniformes infunden respeto como guardianes del orden. Desde lejos, nos
damos cuenta de quiénes son, a qué grupo pertenecen y cómo son. Ellos han
tenido que hacer algo para tener esos uniformes: los jugadores, demostrar
excelencia para ser elegidos; los religiosos, hacer una profesión de la fe y
vivir su religiosidad; los policías, mostrar su lealtad al país, conocimiento
de la ley, y valentía para hacerla cumplir. Los seres humanos andamos por
el mundo vestidos con nuestras malas acciones y malos pensamientos de
tal manera que, si se vieran, nos mostrarían vestidos de "trapos inmundos",
repulsivos para todos. Cristo nos ofrece cambiar esos trapos sucios por un
vestido hecho en el telar del cielo: impecable, digno. Un vestido inmerecido.
¿Te gustaría saber cómo se puede tener cada día un vestido así? La lección
de esta semana nos presenta el "uniforme perfecto" que nos regala Cristo.
(ligado a toda la semana, y específicamente al miércoles)
b. Busca en Internet algunos consultores de imagen reconocidos como Sandy
Dumont (www.sandydumont.com), quien se considera una arquitecta
de la imagen de personas famosas. Identifica el trabajo que hacen y los
resultados de su trabajo. Notarás que procuran que las personas tengan una
apariencia que sea coherente con la posición que tienen o el mensaje que
quieren trasmitir a los demás. Pero estos consultores solamente se ocupan
del exterior. Cristo, cuando nos ofrece el manto de justicia, tejido con las
hebras de su amor divino infinito y su perdón inmensurable, no solamente
cubre nuestro exterior, sino que produce un efecto desde el interior. Elena
de White lo explica: "La educación, la cultura, el ejercicio de la voluntad, el
esfuerzo humano, todos tienen su propia esfera, pero para esto [cambiar el
corazón] no tienen ningún poder. Pueden producir una corrección externa
de conducta, pero no pueden cambiar el corazón; no pueden purificar las
fuentes de la vida. Debe haber un poder que obre en el interior, una vida
nueva de lo alto, antes de que el hombre pueda convertirse del pecado a la
santidad. Ese poder es Cristo" (White, 2005, p. 32). Estamos bombardeados
por vestidos como la educación, la cultura, la voluntad, el poder, la belleza,
el dinero. El vestido que ofrece Cristo no es una capa exterior que cubre la
inmundicia interior, sino que al ser colocado sobre ti y sobre mí tiene un
efecto interior de limpieza y renovación. ¿Has probado vestir el manto blanco
de Cristo? ¿Qué efecto interior te ha producido? ¿Han notado los demás esos
efectos? ¿Cómo? (ligado al martes)
c. Intenta elaborar tu "currículo" como el de Pablo en Filipenses 3:16.
Descríbete haciendo una paráfrasis del escrito del apóstol y compártelo con
tus amigos. Procura ser específico. Anima a tus amigos a hacer lo mismo
y procurar entender qué significa la justicia de Cristo en los textos de la
semana (Isaías 64; Romanos 3:21-31; 4:1-7; 6:1-13; Filipenses 3:3-16).
(ligado al jueves)
d. ¿Te imaginas andar vestido con trapos ensangrentados y mugrientos? (Isaías
64:6). (Tal vez te atrevas a portar algo sucio para llamar la atención en este
ejercicio espiritual.) La gente te mira con asco y se aparta de tu camino. Pero,
viene alguien que te ofrece gratuitamente un vestido limpio, digno. Eso es
lo que hace Dios. Te ofrece cada día un vestido impecable, que es su justicia,
su perdón. Un vestido para caminar tu día con libertad. ¿Qué diferencia hace
en mí, en mi vida cotidiana, tener el vestido de la justicia de Cristo puesto?
Descríbete con el vestido o sin él. ¿Cómo se puede ver y oír que tengo puesto
el manto de justicia de Cristo? Comparte con tus amigos los hallazgos de tus
reflexiones espirituales. Explícales cómo realizaste este ejercicio. (ligado al
domingo)
2. Lleva a tu clase de escuela sabática
a. Registra las reflexiones de las actividades anteriores llévalos a tu clase
de escuela sabática para compartir tus pensamientos, tus decisiones de
la semana y animar a los otros miembros de tu clase a estudiar la Biblia
cotidianamente. (ligado al viernes)