Vestidos de Gracia: Imágenes de vestidos en la Biblia

Comparte con tus amigos

a. Recorta imágenes de personas que se puedan identificar por su vestimenta

(beisbolista, artista de cine, presidente de un país, médico, etc.) pero cubre o

recorta las cabezas para que nadie se distraiga al reconocer los personajes.

Pregunta: ¿Quiénes son? ¿Cómo describirías su carácter? Espera sus

respuestas. Identificarán las profesiones posibles y también los rasgos de

carácter esperados. Notarás cómo se juzga el carácter de una persona por el

estilo de su vestimenta. Es que como te ven, te tratan. Los jugadores de un

equipo deportivo parecen saludables, esforzados, valientes. Los religiosos

muestran sobriedad, humildad, piedad y confianza. Los policías con sus

uniformes infunden respeto como guardianes del orden. Desde lejos, nos

damos cuenta de quiénes son, a qué grupo pertenecen y cómo son. Ellos han

tenido que hacer algo para tener esos uniformes: los jugadores, demostrar

excelencia para ser elegidos; los religiosos, hacer una profesión de la fe y

vivir su religiosidad; los policías, mostrar su lealtad al país, conocimiento

de la ley, y valentía para hacerla cumplir. Los seres humanos andamos por

el mundo vestidos con nuestras malas acciones y malos pensamientos de

tal manera que, si se vieran, nos mostrarían vestidos de "trapos inmundos",

repulsivos para todos. Cristo nos ofrece cambiar esos trapos sucios por un

vestido hecho en el telar del cielo: impecable, digno. Un vestido inmerecido.

¿Te gustaría saber cómo se puede tener cada día un vestido así? La lección

de esta semana nos presenta el "uniforme perfecto" que nos regala Cristo.

( ligado a toda la semana, y específicamente al miércoles)

b. Busca en Internet algunos consultores de imagen reconocidos como Sandy

Dumont (www.sandydumont.com), quien se considera una arquitecta

de la imagen de personas famosas. Identifica el trabajo que hacen y los

resultados de su trabajo. Notarás que procuran que las personas tengan una

apariencia que sea coherente con la posición que tienen o el mensaje que

quieren trasmitir a los demás. Pero estos consultores solamente se ocupan

del exterior. Cristo, cuando nos ofrece el manto de justicia, tejido con las

hebras de su amor divino infinito y su perdón inmensurable, no solamente

cubre nuestro exterior, sino que produce un efecto desde el interior. Elena

de White lo explica: "La educación, la cultura, el ejercicio de la voluntad, el

esfuerzo humano, todos tienen su propia esfera, pero para esto [cambiar el

corazón] no tienen ningún poder. Pueden producir una corrección externa

de conducta, pero no pueden cambiar el corazón; no pueden purificar las

fuentes de la vida. Debe haber un poder que obre en el interior, una vida

nueva de lo alto, antes de que el hombre pueda convertirse del pecado a la

santidad. Ese poder es Cristo" (White, 2005, p. 32). Estamos bombardeados

por vestidos como la educación, la cultura, la voluntad, el poder, la belleza,

el dinero. El vestido que ofrece Cristo no es una capa exterior que cubre la

inmundicia interior, sino que al ser colocado sobre ti y sobre mí tiene un

efecto interior de limpieza y renovación. ¿Has probado vestir el manto blanco

de Cristo? ¿Qué efecto interior te ha producido? ¿Han notado los demás esos

efectos? ¿Cómo? (l igado al martes)

c. Intenta elaborar tu "currículo" como el de Pablo en Filipenses 3:16.

Descríbete haciendo una paráfrasis del escrito del apóstol y compártelo con

tus amigos. Procura ser específico. Anima a tus amigos a hacer lo mismo

y procurar entender qué significa la justicia de Cristo en los textos de la

semana (Isaías 64; Romanos 3:21-31; 4:1-7; 6:1-13; Filipenses 3:3-16).

( ligado al jueves)

d. ¿Te imaginas andar vestido con trapos ensangrentados y mugrientos? (Isaías

64:6). (Tal vez te atrevas a portar algo sucio para llamar la atención en este

ejercicio espiritual.) La gente te mira con asco y se aparta de tu camino. Pero,

viene alguien que te ofrece gratuitamente un vestido limpio, digno. Eso es

lo que hace Dios. Te ofrece cada día un vestido impecable, que es su justicia,

su perdón. Un vestido para caminar tu día con libertad. ¿Qué diferencia hace

en mí, en mi vida cotidiana, tener el vestido de la justicia de Cristo puesto?

Descríbete con el vestido o sin él. ¿Cómo se puede ver y oír que tengo puesto

el manto de justicia de Cristo? Comparte con tus amigos los hallazgos de tus

reflexiones espirituales. Explícales cómo realizaste este ejercicio. ( ligado al

domingo)

2. Lleva a tu clase de escuela sabática

a. Registra las reflexiones de las actividades anteriores llévalos a tu clase

de escuela sabática para compartir tus pensamientos, tus decisiones de

la semana y animar a los otros miembros de tu clase a estudiar la Biblia

cotidianamente. ( ligado al viernes)

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