Regalo escandaloso
Raquel Bouvet de Korniejczuk
¿Por qué alguien se negaría a aceptar un regalo muy valioso? ¿Por qué alborotaría una ciudad como muestra de rechazo? ¿Por qué asaltaría una propiedad privada para capturar al que comparte la noticia del regalo?La respuesta es una sola: porque ese regalo es Jesús, el Creador, el Salvador, el Rey.
Aunque Pablo y Silas llegaron a Tesalónica tras haber sido golpeados en la cárcel de Filipos, no estaban desanimados. Tenían el mensaje de Cristo que había cambiado sus vidas y querían compartirlo con alegría y entusiasmo.
El evangelio es una buena noticia, y es gratuita. ¿Por qué alguien se resistiría a recibir gratis algo tan valioso como la salvación y la vida eterna?... Más aún ¿por qué alguien generaría una oposición abierta a la entrega del regalo de Dios?
Al llegar a Tesalónica Pablo y Silasfueron al lugar donde tendrían más posibilidades de éxito al compartir su mensaje: la sinagoga. Allí se congregaban todos los sábados los judíos creyentes que esperaban al Mesías. Allí se leían las Escrituras que predecían la llegada del Salvador. Pablo predica de lo que era conocido para ellos: el Cristo. Abre el Antiguo Testamento y lo muestra a través de los relatos de Jeremías, Isaías y Zacarías (Jeremías 23:1-6; Isaías 9:1-7; 53:1-6; Zacarías 9:9). Pero la descripción que Pablo lee en las Escrituras no esúnicamentela que ellos conocían, la del rey y libertador, sino de un siervo sufriente. Este concepto nuevo, el del Mesías siervo sufriente lo presentó de modo inductivo, “razonando, explicando y probando” que ese era el Cristo de la esperanza (Hechos 17:2, 3).
El sufrimiento del mundo es una de las realidades más difíciles de entender. ¡Un Mesías sufriente es una locura para la comprensión humana!
Nadie quiere ver al sufriente. Sólo interesa el glorioso conquistador, el héroe.
Pablo habla de Jesús de Nazarethcomo el Mesías. Explica cómo la descripción del bíblica encaja perfectamente con el Jesús que vivió en Palestina, murió y fue al cielo poco tiempo atrás. Además, me imagino que el apóstol también cuenta su propia experiencia (Lucas 24:25-27; 44-46). En realidad usa la misma estrategia que Jesús con los discípulos de Emaús.
La vida no es fácil. Especialmente en las ciudades, donde el vértigo de la actividad, la alienación, la soledad en la multitud, el tiempo sin tiempo y las tentaciones y distracciones del entretenimiento y el placer tragan la mente, el cuerpo y el corazón.
El resultado de la serie de predicaciones mesiánicas de Pablo: creyeron muchos griegos, no pocas mujeres prominentes y algunos judíos. ¿Por qué es tan difícil aceptar el regalo incomparable que es Cristo?
Es que el aceptar a Cristo es un compromiso de vida que implica renunciar a todo lo demás: dinero, poder, fama… y convertirse en un siervo con misión de compartir la historia de salvación.
La envidia, los celos, el ocio, la maldad se personificaron en los oyentes del mensaje de esperanza, de tal modo que se convirtieron en una turba que escandalosamente alborotó la ciudad capital y se atrevió a asaltar la casa de Jasón, un ciudadano prominente.
¿Por qué sigue siendo no aceptado el mensaje de salvación de Jesús? Es gratis… ¿Por qué todavía muchos lo consideran una locura?
Prepárate para compartir el sábado tu historia de cómo Jesús, el Mesías afectó tu vida y la de tu familia. Compárala con la experiencia de los tesalonicenses.