La ley y el evangelio
Jaime Alcantara Quiroga
Si pudiésemos hacer una pregunta central para investigar el estudio de la semana, personalmente haría esta: ¿Existe relación entre la ley y el evangelio en la salvación del cristiano?
A continuación haremos un cuadro comparativo analizando las características y elementos que identificamos y veremos si existe relación entre cada descripción.
Un cuadro comparativo nos ayuda a construir afirmaciones donde se mencionen las semejanzas y/o las diferencias más importantes de los elementos comparados.
Este cuadro te puede ayudar a ser una descripción y discutir en tu clase cada uno de los elementos, y anexarles más si lo deseas.
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Pregunta |
Características |
LA LEY |
EL EVANGELIO |
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¿Existe relación entre la ley y el evangelio?
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Conocer a Dios por medio de su palabra o su ley. 1 Jn. 2:3,4. Gal. 3:24 |
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Revela nuestros pecados, nuestros errores. Rom. 3:19,20 |
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Necesidad de un salvador. Juan 3:16; 5:24, 26; 5:39. 14:23,24. |
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Toda la Biblia es una orientación y guía verdadera. Juan 17:17. Isa. 28:13 |
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Revela su bondad, rectitud y seguridad. 2 Pedro 1:19 |
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Es un reflejo del carácter de Dios. Hebreos 4:12 |
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Ley moral de Dios para la humanidad, reflejo de su carácter, es santo, justo y bueno. Rom. 7:12 |
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Son instrucciones divinas, son perfectas, puras y dan sabiduría. Sal. 19:7 |
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Son principios eternos. Sal. 119:152. Isa. 40:8. 1 Pedro 1:24,25 |
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Cerco protector contra el enemigo. 1 Pedro 1:23. Apo. 1:3 |
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El sábado es santo, bendito y de reposo para todos, para hacer el bien. Exo.20:8-11. Juan 14:15. Santiago 4:17 |
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Necesita del evangelio |
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Necesita de la ley |
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La gracia salvadora. Efesios 2:8. Gal. 3:24. |
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Al final de la comparación realizada con tus alumnos, tienes que dar una conclusión final, para reafirmar que se entendió lo discutido.
En este caso, concluimos en esta pregunta que:
"La Ley enseña la necesidad de un Salvador, porque es imposible que cumplamos las demandas exigentes de la Ley para salvación"
Un comentario de la parte del Jueves menciona: " Puesto que la ley divina es tan sagrada como el mismo Dios, solo uno igual a Dios podría expiar su transgresión. Ninguno sino Cristo podría salvar al hombre de la maldición de la Ley, y colocarlo otra vez en armonía con el cielo" (MGD. 42)