¿Y si no sé qué hacer?

José Nuñez

sábado 26 de enero, 2013

Desde que Dios en su sabiduría dotó al ser humano de libre albedrío, y un pensamiento independiente de los demás, hay diversas respuestas cuando hay una misma pregunta. Es inevitable tomar decisiones diferentes a los demás, incluso cuando la mayoría de los que te rodean tienen una misma postura.

¿Creación? ¿Evolución teísta?

¿Cuándo empieza la vida?

¿No tienes el nuevo celuar? Que pobre

¡Si todos lo hacen! ¿Por qué yo no?

Cuando nos sentimos confundidos y no estamos seguros de lo que debemos hacer, lo mejor es volver al principioy repasar cual fue la voluntad de Dios desde la creación de este mundo. Ahí podemos encontrar cual era la dieta original, recordar que todos somos de una misma sangre, que fuimos creados a imagen de Dios, que la naturaleza era perfecta, que dependemos de Él y que la obediencia a sus leyes trae muchos beneficios.

Cuando Dios nos creó a su imagen, deseaba que nos pareciéramos a Él en su carácter, pero no termina ahí, sabemos que el pecado nos ha corrompido, pero la intención de Dios es restaurarnos y volver al principio.

La biblia nos habla de esta maravillosa promesa, en Efesios 1:7 dice: "En quien tenemos redención por medio de su sangre, la remisión de nuestros pecados". En el libro camino a Cristo p.54.3 podemos leer: "Sí, creed tan sólo que Dios es vuestro ayudador. El quiere restaurar su imagen moral en el hombre. Acercaos a Él expresándole vuestra confesión y arrepentimiento, y Él se acercará a vosotros con misericordia y perdón".

El mayor ejemplo, para aprender de moralidad, es Cristo. Toda la biblia es una revelación, pues toda revelación para los hombres viene de Cristo (Apoc. 1:1-3), y toda la Biblia se centra el Él. Pertenecemos a Cristo por creación y redención. Jesucristo es el encargado de la revelación divina, si volvemosa Él, sabremos lo que Dios quiere de nosotros.

 

 

La naturaleza, al igual que la revelación, da testimonio del amor de Dios. "Educad a los niños y jóvenes a considerar las obras del gran Artífice y Maestro y a imitar las gracias atrayentes de la naturaleza en la edificación de su Carácter" (CM 180.2).

¿Qué lección de moralidad podemos aprender en la naturaleza?

En la naturaleza, existen límites, si el ser humano los rebasa tendrá su parte de responsabilidad en ella. Existen conceptos como "carrying  capacity" que se define como la carga máxima que la humanidad puede imponer de modo sostenible al medio ambiente antes de que éste sea incapaz de sostener y alimentar la actividad humana.1

Rigoberta Menchú, en una Sesión Pública de América Latina dijo: "No podemos seguir viviendo en un mundo, que sólo da importancia a los derechos del individuo. Nuestra vida se desarrolla en el seno de una comunidad, sin la cual no hay vida. Lo que una persona come, no es suficiente para asegurar una calidad de vida; hace falta también el medio ambiente, la coexistencia en la colectividad y unas responsabilidades respecto a ella."

Hoy en día, son más valoradas las empresas que son socialmente responsables porque eso indica, entre otras cosas, que se encuentran dentro de las fronteras permitidas del cuidado del medio ambiente.

Pero no se puede engañar a la naturaleza, si rebasamos las fronteras, habrá consecuencias.

Dios tampoco puede ser burlado, cada uno cosecha lo que siembra (Gálatas 6:7 NVI). Somos responsables de nuestros actos, si rebasamos la frontera de la ley de Dios, llegará el día en que rendiremos cuenta de ellos. Y como un padre quiere educar a su hijo a través de obedecer las reglas de la casa, Dios también impone un orden moral sobre la humanidad.

Podemos encontrar muchas respuestas a nuestras dudas, si consultamos la palabra de Dios y el propósito inicial para sus hijos, a pesar de esto, puede haber preguntas que no logremos entender. ¿No te gustaría ir al cielo por esas respuestas?

1 Michael Begon et al. Ecology (Blackwell Scientific, Oxford 1990; Robert Riclefs, Ecology (New York, Freeman 1990)