¿Has probado estos 3 métodos para testificar a tus amigos?

Reimar Vetne

sábado 1 de marzo, 2014

Bueno, se supone que debemos decirles a otras personas acerca de las buenas nuevas de Jesús.Pero, ¿exactamente cómo podemos decirle a nuestros amigos?

Dios nos hizo a todos diferentes, así que no hay una fórmula estándar que todos debemos utilizar. En cambio, Dios quiere que utilices tu personalidad y talentos para evangelizar en la forma que más se acomoda a ti.

Aquí hay tres métodos para testificar. Pruébalos y trata de encontrar cuál se acomoda mejor a los dones que el Espíritu Santo te ha dado.

(Este artículo es corto. Un buen libro con ideas prácticas que te pueden ayuda a encontrar tu estilo personal de testificación es Conviértase en un cristiano contagioso, por Hybels y Mittelberg.)

1. Ayudar y servir

En primer lugar, debes ser una persona amable y agradable. Si eres rudo, arrogante, no ayudas o flojo, nadie te escuchará cuando le hables acerca de Jesús. Jesús fue la persona más amable y ayudadora que ha existido en este planeta y si deseas que las personas se interesen en Jesús, necesitas parecerte más a él.Demuestra a otros cómo es Jesús y qué es lo que quiere lograr en sus vidas.

"Había en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido es Dorcas. Ésta se esmeraba en hacer buenas obras y en ayudar a los pobres" (Hechos 9:36).

Algunos cristianos convierten el ayudar y servir en una forma de evangelización en si misma. Así como Dorcas en Hechos 9, algunos adventistas se unen a ADRA alrededor del mundo o a un servicio comunitario local cerca de casa para ayudar a las personas en necesidad. DE esta manera ellos siguen el ejemplo de Jesús.

Mientras vivía en el norte de Noruega, había una pareja de esposos que vivían en una granja que sólo tenía un puñado de adventistas. Ellos se dieron cuenta que muchos adolescentes del área no tenían nada que hacer después de la clase. Así que ellos iniciaron varias actividades durante dos tardes cada semana. La esposa dio a las muchachas lecciones de cocina, el esposo les enseñó como construir o arreglar motores en el granero, los jóvenes podían montar sus caballos, jugar en la granja, y comer con ellos hasta que los jóvenes tenían que ir a sus casas con sus padres.

¡El servicio se hizo tan popular que el autobús de la escuela empezó a llevar a los niños directamente de la escuela a esta granja dos veces por semana!

¿Les predicaron muchos sermones bíblicos a estos jóvenes? Un poco, pero no mucho. Ellos decidieron que su llamado primario era simplemente hacer la vida un poco más divertida y agradable a algunas personas, amar y tomar parte en las vidas de jóvenes que necesitaban algunos adultos que los amaran.

2. Cuenta tu experiencia

Otra cosa que puedes hacer es decir a las personas acerca de cuan emocionante (y temible) puede ser una vida con Jesús. Di a tus amigos cómo es que Jesús hace una diferencia en tu vida, cómo te ayuda a ser una mejor persona, cómo te hace más feliz y menos egoísta. Diles acerca de cómo el Espíritu Santo a veces te "susurra" cosas, dándote "impresiones" para hacer esto o aquello. Tú sabes de lo que estoy hablando.

Para muchas personas en la actualidad, les cuesta creer que realmente existe un Dios que desea estar con nosotros y ayudarnos. Nuestros amigos necesitan todas las historias sobrenaturales que les podamos dar.

Como cristiano, tú sabes que los milagros espectaculares no ocurren a menudo. Pero Dios nos guía diariamente en formas sencillas y sutiles—a través de la oración, la lectura de la Biblia, y cuando lo escuchamos.

¿Recuerdas al ciego en Juan 9 a quién Jesús sanó aplicando un poco de barro en sus ojos? Cuando las personas le preguntaron posteriormente quién era este Jesús, el ex–ciego dijo: "Si Jesúsespecador, no lo sé—respondió el hombre. —Lo únicoqueséesqueyo era ciego y ahoraveo!" (v. 25).

Nadie puede argumentar contra la historia personal de lo que Jesús ha hecho en tu vida. Para muchas personas, es un vistazo fascinante al mundo ligeramente sobrenatural del que ellos también les gustaría ser parte.

3. Invita a tus amigos a una reunión

En algún momento un amigo puede tener curiosidad por todo ese asunto del cristianismo. Siempre eres amable y ayudador, y tus historias acerca de que eres guiado por el Espíritu Santo parecen ser tan excitantes que ellos quieren aprender más.

En este momento tú tienes dos opciones. Puedes explicarle la Biblia y el cristianismo por ti mismo, si Dios te ha dado los talentos de enseñanza y argumentación. Recuerda al apóstol Pablo: siempre estaba listo para explicar y defender el cristianismo ante cualquiera que quisiera escuchar, judío o griego, joven o anciano.

En la Escuela de Teología aquí en Montemorelos entrenamos a jóvenes y señoritas para llegar a ser buenos maestros de la Biblia. Muchos de ellos saldrán como pastores de tiempo completo y evangelistas. Pero tú puedes estudiar la Biblia y las doctrinas por ti mismo. A muchos de ustedes que han leído este artículo les gusta un buen argumento y pueden aprender a explicar el cristianismo y la Biblia muy bien a sus amigos. ¿Quieres intentarlo?

Otros de ustedes preferirían, en cambio, que otros sean los que enseñen. Tu trabajo entonces es invitar a tus amigos a un grupo pequeño donde alguien más dirige el estudio de la Biblia, o a la iglesia el sábado, o a una reunión evangelística que tu pastor dirige.

Esa sería una estrategia evangelística basada en "invitaciones", y eso es tan importante como la predicación que tu pastor realiza. Si nadie trae amigos a la iglesia, ¡tu pastor no tendría a nadie a quien enseñar!

Recuerda la mujer samaritana en Juan 4. Ella se encontró con Jesús en el pozo, se emocionó, entonces fue a su casa y trajo a todo el pueblo para que conocieran a Jesús. ¡El más grande evangelista en los Evangelios fue una mujer con ninguna otra habilidad evangelística (en ese momento) que simplemente invitar personas!

No subestimes la importancia de invitar amigos a la iglesia o a un grupo pequeño.

 

Inténtalo

Prueba estos diferentes métodos de evangelización, y descubre cuál de los tres Dios te llamó a utilizar. Te puedo decir que una vida de testificación por Jesús—sin importar qué método escojas—será muy emocionante.