"Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos" (Romanos 4:7)
La ropa hace al hombre
Un autor escribió un relato breve acerca de dos ladrones que trataban de cometer un asalto. El plan era que uno de ellos se vestiría con un uniforme de policía y estaría frente al lugar que robarían. Estando él allí, nadie sospecharía nada mientras su compañero realizaba el asalto. Sin embargo, la historia terminó con el otro socio, también vestido de policía, arrestando al primero. ¡Vestido como policía, comenzó a actuar como uno de ellos!.
Este relato tiene un punto relevante para nuestro tema. Por fe, estamos cubiertos por la justicia de Cristo, su "manto de justicia". Hemos nacido de nuevo y tenemos una vida nueva en Cristo. Entonces, nuestras vidas reflejarán la ropa que vestimos.
Al recibir el manto de la justicia de Cristo, hemos hecho un compromiso total de permitir que él obre sus atributos de carácter en nuestras vidas. Estamos totalmete justificados por la gracia, la obra de un momento, y también se nos ha dado el poder para obedecer, que fue asimilado con el tiempo y forjado durante una vida entera. ¿Por qué pediremos más? "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Fil. 4:13). Ciertamente, esto significaría el poder de obedecer su Ley.
Lee Romanos 6:1 al 13. ¿Qué enseñan estos textos acerca de la clase de vida que hemos de vivir, ahora que estamos cubiertos, "vestidos", por la justicia de Jesús?
Pablo, aquí, es muy claro acerca del impacto radical, que cambia la vida, que le sucederá a alguien que ha sido "crucificado" con Jesús. Nota las imágenes de vida y muerte aquí; no hay nada a medias. Nuestro viejo ser, la persona vestida de trapos inmundos, ha muerto; nació una persona nueva, vestida con la justicia de Jesús, una justicia que se manifiesta de tal modo que ahora podemos caminar "en novedad de vida". Esta novedad significa que ya no permitiremos más que el pecado reine en nosotros. Se nos han dado muchas promesas de victoria; la pregunta es : ¿las reclamaremos para nosotros mismos?
¿Qué aspectos de tu vida normal revelan la realidad de tu experiencia con Dios? ¿Con qué áreas estás luchando? ¿Cómo puedes hacer la elección diaria de morir al yo y vivir la nueva vida en Cristo, que él nos ofrece?