"Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de jehová nuestro Hacedor. Porque él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano" (Salmos 95:6,7).

DESCANSAR EN LA REDENCIÓN

jueves 14 de julio, 2011

Tenemos, en Cristo, la creación, la redención y la santificación, que están simbolizadas, de un modo especial, mediante las bendiciones del sábado.

En Mateo 11 :28 al 30 leemos la invitación de Jesús a descansar. ¿De qué modo el sábado armoniza con lo que Jesús nos dice aquí?

El "descanso" que Jesús ofrece a la gente incluye el reposo emocional, psicológico y espiritual para quienes están cargados con pesadas cargas: la carga del pecado, la culpa y el temor. Además, está la necesidad humana básica de descanso físico, la necesidad importante de cambiar el ritmo de la mente y el espíritu, de descansar de las cargas y del estrés de la Vida diaria. Dios diseñó el sábado precisamente para eso. Los estudios han mostrado que la productividad en el trabajo realmente aumenta con un descanso semanal. Descansar al final de la semana fortalece la agudeza mental y la fuerza física, y provee el sentido de expectativa Que ayuda a prevenir el aburrimiento y la fatiga.

Aunque cualquiera puede decir que está descansando en Cristo, el sábado nos da una manifestación concreta y física de ese descanso. El sábado es un símbolo del descanso que verdaderamente tenemos en Dios, en la salvación que Cristo ha obtenido para nosotros.

El sábado también nos satisface en el nivel de nuestra Vida emocional. Nos da un sentido de identidad: somos creados a imagen de Dios, y le pertenecemos porque él nos hizo.

Y, así como Dios creó la institución del matrimonio en el Edén para satisfacer las necesidades humanas horizontales de intimidad, nos dio el sábado para la intimidad vertical, entre el Creador y Sus criaturas.

El sábado promete la satisfacción última: lo que podemos llegar a ser por medio de la obra de restauración de Cristo. Nos da esperanza para el futuro: el descanso eterno y final del sábado. El sábado satisface todas las necesidades humanas, y la necesidad de adorar a alguien. Dios, en su gran sabiduría, nos dio el sábado como un día puesto aparte para la adoración, para honrarlo y alabarlo.

¿Qué cargas estas llevando, de las que necesitas descansar, y cómo puedes aprender a dárselas a Cristo? LCómo puede tu experiencia de adoración sabática ayudarte a descansar verdaderamente en él?