"Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna" (Jud. 20, 21)
LA TRINIDAD Y LA SALVACIÓN
El Evangelio de Juan se ocupa de la naturaleza de Dios y parece estar muy consciente tanto de la unicidad de Dios como de que está constituido por tres Personas.
Lee la oración de Cristo en Juan, capítulos 14 al 16. ¿Cuántas referencias hay a las tres Personas de Dios? ¿Cómo nos ayudan estos pasajes a comprender esta verdad?
Aquí está la concentración mayor de referencias a Dios como tres Personas coiguales, y a la dinámica interna en la Trinidad. La doctrina de la Trinidad no es una especulación abstracta, sino la conclusión obtenida por el estudio de la Biblia.
La divinidad de Cristo es importante. Si Cristo no fuera plenamente Dios, él pasaría nuestro castigo a otro, en vez de tomarlo sobre sí mismo. El evangelio enseña que Dios en la cruz cargó con los pecados del mundo. Cualquier otra cosa le quitaría su poder a la expiación.
Piensa en esto: si Jesús fuera un ser creado, y no plenamente Dios, ¿cómo podría él -como criatura- soportar la ira de Dios contra el pecado? ¿Qué ser creado, por exaltado que fuera, podría salvar a la humanidad de la violación de la Ley?
Si Jesús no fuera divino, la Ley de Dios no sería tan sagrada como Dios mismo; si su violación pudiera expiarla un ser creado, solo sería tan sagrada como un ser creado. El pecado mismo no sería tan malo, si bastara la muerte de una criatura y no la del Creador. El hecho de que requirió que Dios mismo, en la Persona de Cristo, remediara el pecado es una evidencia de cuán serio es el pecado.
Además, la seguridad de la salvación viene por lo que Cristo hizo -y no por nuestras obras-, pues Dios mismo pagó la penalidad por nuestros pecados. ¿Qué podríamos hacer nosotros para añadir algo a esto? Si Cristo fuera creado, tal vez podríamos añadir algo. Pero Dios, el Creador, se sacrificó por nuestros pecados... y sería casi una blasfemia creer que podríamos hacer alguna cosa para complementar aquel sacrificio. Por eso, si Cristo no fuera divino, la expiación estaría fatalmente comprometida.
Piensa: el Creador del universo murió en tu lugar para que tengas vida eterna. ¿Cómo puedes obtener esperanza y seguridad de esta verdad asombrosa? A la luz de esto, ¿qué otra cosa realmente importa?