"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mateo 28:19, 20).

LA EVIDENCIA BÍBLICA

martes 3 de abril, 2012

Los primeros creyentes tuvieron que afrontar obstáculos al comenzar a difundir las buenas noticias acerca de Jesús. Tal vez no fue menor el hecho de que la mayoría no había sido educada en las escuelas religiosas de la época y, por lo tanto, tendrían muy poca credibilidad a los ojos de la iglesia establecida.

No obstante, a pesar de los obstáculos, los apóstoles y otros creyentes sintieron con fuerza el llamado de Dios de continuar evangelizando y testificando. Las bendiciones del perdón y la seguridad que ellos habían experimentado personalmente los impulsaron a compartir. La testificación fue el resultado natural de la conversión.

Lee Hechos 13:1 al 49. ¿A qué obra llamó el Espíritu Santo a Bernabé y a Saulo?

La "Palabra de Dios" que se predicó en todas partes muy probablemente contenía los pasajes mesiánicos del Antiguo Testamento. Esos pasajes predecían la muerte y la resurrección del Salvador, y su consiguiente perdón y justificación de los pecadores, y se presentaban como habiéndose cumplido en Jesús de Nazaret.

El Nuevo Testamento revela claramente lo que estos creyentes se comprometieron a predicar y a compartir. Entre los puntos principales que regularmente enfatizaban estaba Jesús como Señor y Cristo; la salvación por medio de su justicia, la venida del Reino de Dios y la promesa de vida eterna.

Estudia Hechos 6:1 al 7. Concéntrate especialmente en los versículos 4 y 7. ¿Qué capacitó a la iglesia primitiva para tener tanto éxito en la evangelización del clero profesional en Jerusalén?

Muchas personas creyeron en Jesús y lo aceptaron como su Salvador personal por el testimonio de los creyentes que compartían sus propias experiencias que cambiaron sus vidas, y no sencillamente por haber visto milagros.

Por poderosos y apremiantes que hayan sido los testimonios y la testificación de estos primeros evangelistas, ellos se referían constantemente a las Escrituras. Es decir, usaban la Biblia para interpretar sus experiencias. ¿Cuán bien conoces la Biblia, y cómo puedes estar suficientemente firme para poder usarla en tu propia testificación?