“Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía” (1 Corintios 3:2).
PREPARAR UNA COSECHA
Guiar a una persona en su jornada espiritual es como preparar una cosecha. Todo el que trabajó en una huerta sabe que hay tiempos específicos y pasos por seguir para lograr la cosecha deseada. Debemos cavar el suelo, quitar las malezas, plantar las semillas y regar el huerto. También es necesario crear el ambiente correcto para las plantas; algunas necesitan pleno sol, mientras que otras pueden necesitar algo de sombra. Además, hay que proteger las plantas de las aves y de otras plagas. Es decir, las plantas deben ser nutridas desde la semilla hasta que son plantas maduras y fructíferas. Para las personas en su jornada espiritual, el proceso comienza antes de que la persona sea bautizada, y debe continuar después. Idealmente, una persona es alimentada hasta que sea capaz de nutrir a otras. Esta verdad subraya de nuevo la naturaleza vital de una secuencia planificada que provea los tiempos adecuados, los pasos correctos, y que cree el mejor ambiente para su crecimiento y protección.
Lee la parábola del sembrador y la explicación que dio Jesús, en Lucas 8:4 al 15. ¿Qué desafíos nos presenta con respecto a la atención de la semilla que cae en buena tierra? Ver también Juan 16:7, 8 y 13.
La explicación de esta parábola revela algunos hechos interesantes. El versículo 12 sugiere que algunas personas comenzaron a creer, pero que el diablo las apartó antes de que su creencia estuviera bien establecida. El versículo 13 describe a algunos que recibieron la palabra con gozo. Creyeron durante un tiempo; pero, cuando fueron tentados, eligieron ir en otra dirección. El versículo 14 menciona a otro grupo que escuchó, pero no siguió hasta la madurez cristiana. La mayor parte de la gente comenzó el viaje hacia Cristo, pero lo que sucedió en el camino impidió su crecimiento.
Sembrar la simiente es rara vez suficiente para producir una buena cosecha. Nuestro desafío, como iglesia y como personas, es sembrar la semilla del evangelio y luego cuidar hasta la madurez a aquellos que comenzaron la jornada.
¿Qué parte de la parábola describe mejor tu propia experiencia espiritual? ¿Qué elecciones puedes hacer que pueden mejorar tu situación?