“Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición” (2 Tesalonicenses 2:3).

VERDAD Y MENTIRAS

jueves 20 septiembre, 2012

Lee 2 Tesalonicenses 2:10 al 12. ¿Por qué permite Dios que tantos sean engañados? Según este pasaje, ¿qué rechazaron los malvados?

Muchas personas encuentran desafiante el versículo 11. Pablo afirma: “Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira” (2 Tesalonicenses 2:11). Pero, nos preguntamos: “¿Cómo puede un Dios de verdad enviar mentiras? ¿Cómo puede actuar igual que lo hace Satanás al final?” (Comparar 2 Tesalonicenses 2:11 con 2 Tesalonicenses 2:9.)

En este texto, Pablo nos da un vistazo de la gran controversia entre Cristo y Satanás, que involucra más que solo los asuntos de esta Tierra y su historia. Satanás ha acusado a Dios de ser irrazonable, abusador y engañador. En la crisis final de la Tierra, Dios “envía” engaños a los malvados, no porque él miente, sino porque permite que los malvados elijan la mentira en vez de la verdad, y así exponen los resultados de las decisiones que ya habían hecho (2 Tesalonicenses 2:12). Les permite llevar los frutos de sus acciones equivocadas. Los eventos del fin exponen, ante todos, la mente y el carácter de Satanás y sus seguidores.

El proceso de engaño comienza cuando la gente rechaza el evangelio. En el versículo 10, los malvados rehúsan recibir el amor de la verdad. La oferta de la salvación es el tema que yace detrás de los poderes apocalípticos de 2 Tesalonicenses 2. Por medio de sus enseñanzas y prácticas, el Papado ha socavado el evangelio. Esa obra continúa hasta que es expuesta por los eventos finales descritos en 2 Tesalonicenses 2:8 al 12. La proclamación final del evangelio (Mateo 24:14; Apocalipsis 14:6, 7) prepara el escenario para el Juicio Final y los engaños del tiempo del fin.

En definitiva, cualquiera que sea la política y las manifestaciones religiosas exteriores de la gran controversia aquí en la Tierra, el evangelio de Jesucristo, no los eventos políticos, ha sido siempre la división entre el bien y el mal a lo largo de la historia. El anticristo revela su verdadero carácter al usurpar la vida, la muerte y el reinado celestial de Jesús. Todos los demás actores en el drama desempeñan papeles secundarios.

Lee 2 Tesalonicenses 2:12. ¿Cuál es la razón por la cual la gente no recibe la verdad? ¿Como has experimentado este principio en tu propia vida? ¿De qué forma los “placeres” de la injusticia han impedido, aun sutilmente, que tu mente esté abierta a la verdad?

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