“Y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz” (Colosenses 2:15).

ESCLAVOS LIBERADOS

lunes 29 de octubre, 2012

La redención es como la liberación de una forma de esclavitud que necesitó ayuda "exterior" y, por ello, podemos llegar a la conclusión de que la humanidad está atada a un poder más fuerte que ella misma. ¿Qué poder o agencia tiene así atada a la humanidad pecadora?

Estudia Romanos 6:12-23. Nota que, en los versículos 18, 20 y 22, Pablo habla de libertad. ¿Cuál es el contexto de esta libertad? ¿De qué habla Pablo aquí?

Piensa en lo que Pablo dice aquí, junto con lo que dice en Romanos 6:1-11. Pablo habla de lo que sucede en el bautismo cristiano; plantea algunas cosas que deben morir con Cristo en el bautismo. Con eso, Pablo desafía al cristiano, que se ha unido con Cristo, a manifestar el señorío de Cristo, quien lo ha "librado" del poder del pecado.

La conclusión es que, no importa cuán corrompida haya sido nuestra naturaleza por el pecado, por medio de Cristo podemos ser libres de su poder "esclavizador". ¿Quién no ha visto cuán devastadora puede ser esta esclavitud? ¿Quién no ha visto vidas arruinadas por el pecado? Este es el mayor enemigo que debemos enfrentar como humanos.

Esa esclavitud no es impuesta solamente desde afuera; más bien, es una que proviene desde dentro de nosotros. ¿Cómo somos libertados de una esclavitud, un yugo, que se origina en nosotros, en nuestra propia naturaleza?

La respuesta es que la liberación viene solo por el poder de Jesús, quien ganó la victoria por nosotros y nos ofrece el poder para vencer. Por medio de Cristo, somos perdonados por nuestros pecados, muertos a ellos y librados de ellos. Ya no tienen que dominarnos. Estas son promesas sorprendentes, promesas que todos los que profesan el nombre de Cristo deben reclamar para sí mismos.

¿Cuál ha sido tu propia experiencia con el poder esclavizador del pecado? ¿Cómo puedes aprender a aferrarte mejor de las maravillosas promesas de libertad que Jesús nos ofrece?