“En esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él” (1 Juan 2:3, 4).
LA LEY MORAL HOY
La mayoría de los cristianos afirma que los Diez Mandamientos son el código moral universal de Dios. Se ve esto, por ejemplo, en diversas batallas legales en los Estados Unidos, en las cuales los cristianos han procurado que los Diez Mandamientos estuvieran fijados en diversos lugares públicos, especialmente en las escuelas. Hace años, el Estado de Alabama estuvo envuelto en una batalla legal que involucraba a un juez estatal. Este rehusó quitar un monumento de los Diez Mandamientos de una sala de los tribunales, a pesar de las órdenes dadas por un tribunal más elevado. En la mente de muchos, los Diez Mandamientos, lejos de estar invalidados, siguen siendo la norma legal divina para la moralidad.
Y con buenas razones. Para comenzar, aunque el Decálogo (los Diez Mandamientos) fue codificado en el Sinaí, el libro de Génesis sugiere que la mayoría de los Mandamientos ya eran conocidos previamente.
¿Qué revelan los siguientes textos acerca de la existencia de la Ley antes del monte Sinaí? Génesis 35:1-4; 2:3; 4:8-11; 39:7-9; 44:8; 12:18.
Sobre una base lógica, no tiene sentido que los Diez Mandamientos hayan sido exclusivamente una institución judía, algo destinado solo para un pueblo específico en un momento y lugar particulares. ¿Acaso no tiene sentido que problemas morales como el robo, el asesinato, la fornicación, la idolatría, etc., estén universalmente equivocados, no importa en qué cultura sea? Además, cuando la Biblia es tan clara con respecto a que el pecado está definido por la Ley (Romanos 7:7), la idea de que la Ley fue abrogada o sustituida es una posición incoherente para cualquier cristiano que cree en la Biblia.
¿Cómo nos ayudan los siguientes textos del Nuevo Testamento a entender la perpetuidad de la Ley de Dios? Santiago 2:11; 1 Juan 2:3, 4.
Primera de Juan 5:3 dice que la obediencia a los mandamientos de Dios es una expresión de nuestro amor hacia él. ¿Qué significa esto? ¿Por qué nuestra obediencia a los mandamientos es una expresión de amor?