“Arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo” (Hechos 3:19-21).
MUERTE Y RESURRECCIÓN
Uno de los eventos relacionados con la segunda venida de Cristo es la resurrección de quienes murieron creyendo en él. Para la mayoría de los creyentes, esta es la parte más importante de la segunda venida, porque muchos de ellos estarán muertos cuando él retorne.
¿Qué nos enseñan los siguientes textos sobre la resurrección de los muertos cuando Cristo regrese?
1 Tesalonicenses 4:13-16
1 Corintios 15:13-25
Romanos 8:11
Filipenses 3:20, 21
La Biblia enseña que, en la resurrección, el “cuerpo” vuelve a la vida. Es decir, la resurrección bíblica es una resurrección corporal. Esta verdad es más clara cuando recordamos que, después de su resurrección, la tumba de Cristo estaba vacía. Entonces, por su resurrección tenemos la certeza de la nuestra.
Si la resurrección equivale a quebrantar el poder de la muerte, ¿cómo es que podemos acceder a ella solo estando “en Cristo”? 2 Timoteo 1:8-10.
El poder de la muerte ya ha sido quebrado por la resurrección de Cristo (Romanos 6:9). Basado en ese logro, él otorga inmortalidad a quienes se identifican con su muerte y su resurrección mediante el bautismo (Romanos 6:23). Además, la Biblia aclara que el don de la inmortalidad lo recibirán los creyentes hasta que Jesús venga por segunda vez, a la “final trompeta” (1 Corintios 15:51-54), y no el día exacto de su muerte.
“Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25). ¿De qué modo puedes aferrarte a esta esperanza? ¿Cómo te sentirías sin ella?