“Así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados” (1 Corintios 15:22).
UNA NUEVA CREACIÓN
La gran noticia del evangelio es la muerte de Jesús como nuestro sustituto. Él tomó nuestros pecados sobre sí, cargando la penalidad que, de otro modo, sería nuestra. El concepto de Cristo como nuestro sustituto, muriendo por los pecados del mundo, está indisolublemente vinculada a la creación. Cristo vino para destruir la muerte, que es un intruso en la creación de Dios. Si la teoría evolucionista fuera el camino elegido por Dios para crear a los humanos, significaría que la muerte, en vez de ser un enemigo, sería una parte del plan de Dios para la humanidad. De hecho, la muerte tendría un papel importante en la forma en la que Dios nos creó. No es sorprendente, entonces, que los cristianos tengan que rechazar la evolución teísta como una forma de comprender la historia de la creación.
El informe de Génesis sobre la creación, vital para ayudarnos a entender la muerte de Cristo en nuestro lugar, también nos facilita la comprensión de otro aspecto del plan de salvación: el de la obra de creación que Dios hace en nosotros al participar ahora en su santidad.
Lee Salmos 51:10, Ezequiel 36:26, 27, Colosenses 3:10, y 2 Corintios 5:17. ¿Qué promesas se nos dan aquí que están vinculadas con el concepto de Dios como Creador, tal como se revela en Génesis 1 y 2?
Solo Dios puede crear un nuevo corazón. No podemos hacerlo nosotros mismos, sino que dependemos del mismo Creador que formó el mundo y creó a nuestros primeros padres. David reconoció esa necesidad y le pidió a Dios que resolviera el problema con un acto de creación.
La persona que está "en Cristo" es una nueva creación. La vieja manera de pensar debe ser quitada y reemplazada con una mente creada de nuevo. Nuestra nueva mente está hecha para buenas obras, en armonía con la voluntad de Dios. Esta creación es un proceso sobrenatural, realizado por medio del poder del Espíritu Santo. El poder de Dios, como se ve en la creación original, nos da confianza en que ese poder creativo de Dios es capaz de cambiar nuestras vidas y llevarnos de regreso a una relación con él.
¿Cómo has experimentado lo que significa ser una nueva creación en Cristo? ¿Qué significa esto, en un sentido diario y práctico? ¿Qué cambia en la vida de quien ha tenido esta experiencia?