"Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz" Efesios 4:1-3

ALCANZAR LA UNIDAD

jueves 15 de agosto, 2013

Cuanto más nos acercamos a Jesús, tanto más cerca estaremos unos de otros. Vemos con una nueva visión espiritual. El Espíritu de Cristo nos capacita para mirarnos unos a otros de modo diferente. Las cosas pequeñas que una vez nos molestaron reciben un marco nuevo por la gracia de Cristo. Hostilidades aca­riciadas se abandonan a la luz de su magnífica gracia. Viejos roces y disputas, hasta donde sea posible, se ponen a un lado. Se rompen las barreras. El evangelio sana las relaciones quebradas.

Cuando el Espíritu Santo fue derramado en su plenitud en Pentecostés, las actitudes mutuas de los discípulos cambiaron dramáticamente. A la luz que fluye de la cruz, se vieron unos a otros de un modo diferente.

"Cada cristiano veía en su hermano una revelación del amor y la benevo­lencia divinos. Un solo interés prevalecía, un solo objeto de emulación hacía olvidar todos los demás. La ambición de los creyentes era revelar la semejanza del carácter de Cristo y trabajar para el engrandecimiento de su Reino" HAp 40

Enumera algunas de las prácticas que fomentaron la unidad entre los cristianos del siglo primero. ¿Por qué esas prácticas son tan poderosas para unir a los creyentes? Mat. 18:16-20; Hech. 1:14; 12:5, 12; 6:7; Mat. 28:16-20.

Con esperar o desear la unidad, no se la logra. La iglesia del Nuevo Testa­mento oró y conversó en conjunto. Estudiaron juntos la Palabra de Dios, y juntos compartieron su fe. La oración, el estudio de la Biblia y la testificación son ele­mentos poderosos que crean, fomentan y sostienen la unidad de la iglesia. Al orar los unos por los otros, nos acercamos unos a otros. Participar en un esfuerzo evangelizador hacia la comunidad crea un sentido de unidad. Una iglesia viva, dinámica, unificada y reavivada es una iglesia cuyos miembros están orando juntos, estudiando la Palabra de Dios, y buscando alcanzar a su comunidad.

¿Cuáles son algunas de las fuerzas que amenazan la unidad de tu iglesia local, o aun a la iglesia en su totalidad? ¿Por qué es importante comprender cuáles son esas fuerzas a fin de estar listos para tratar con ellas?