“También oí a otro, que desde el altar decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos”

Apocalipsis 16:7

REVUELTA EN EL SANTUARIO CELESTIAL

domingo 15 de diciembre, 2013

Lee Ezequiel 28:12 al 17, e Isaías 14:12 al 15. ¿Qué enseñan estos pasajes acerca de la caída de Lucifer?

A primera vista, Ezequiel 28:11 parece hablar de un monarca terrenal. Pero, varios aspectos sugieren que se refiere a Satanás. Para comenzar, se indica que este ser fue el querubín ungido, “protector” (Eze. 28:14), que recuerda el Lugar Santísimo del Santuario terrenal, donde dos querubines cubrían el arca y la presencia de Dios (Éxo. 37:7-9). Este ser celestial también caminó en medio de piedras de fuego; es decir, en el “santo monte de Dios” (Eze. 28:14) y en el “Edén, en el huerto de Dios” (Eze. 28:13); ambas son expresiones de imágenes del Santuario. La vestidura de piedras preciosas descrita en el versículo 13 contiene nueve piedras que también se hallan en el pectoral del sumo sacerdote (Éxo. 39:10); de este modo, aquí hay más referencias al Santuario.

Después de describir el esplendor maravilloso del querubín, el texto narra su caída moral. Su gloria se le fue a la cabeza. Su hermosura lo hizo arrogante, su esplendor corrompió su sabiduría, y sus “contrataciones”, que probablemente se refiera a su difamación del carácter de Dios y su rebelión, lo hicieron violento.

Además, poderes terrenales arrogantes procuran pasar de la tierra al cielo. En Isaías 14:12 al 15, el “hijo de la mañana” (en latín, lucifere, de donde viene Lucifer) va en una dirección diferente: cae del cielo a la tierra, indicando su origen sobrenatural, no terrenal. Otras frases como “junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono”, “monte del testimonio” en el lejano norte, y “el Altísimo” refuerzan la impresión de que este es un ser celestial. Mientras que los versículos 12, 13 están en pasado, el versículo 15 de repente cambia al futuro. Este cambio en el tiempo señala que primero cayó del cielo a la tierra (Isa. 14:12), y que habrá otra caída, de la tierra al Seol (el sepulcro) en algún momento futuro (Isa. 14:15). Esto no se refiere a ningún rey de Babilonia: es una clara referencia a Lucifer.

¿Un ser perfecto, creado por un Dios perfecto, cae en el pecado? ¿Qué nos dice esto acerca de la realidad de la libertad moral en el universo de Dios? Y ¿qué nos revela esta libertad acerca del carácter de Dios?