“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”

Juan 5:39

LA AUTORIDAD DE LAS ESCRITURAS

lunes 30 de diciembre, 2013

Lee los textos que siguen. ¿Qué nos dicen acerca de la forma en que Jesús consideraba la Biblia? Mateo 5:17 al 20; 12:3 al 8; 15:3 al 11; Juan 10:34 al 37; 17:14 al 19; Lucas 24:44.

Cada vez que Cristo debatía con las autoridades religiosas, no se apoyaba en una filosofía abstracta, ni siquiera en su autoridad personal, sino en las Escrituras. Cuando tenía que decidir entre lo correcto y lo incorrecto, Jesús basaba su argumento en un fundamento bíblico. Cuando los adversarios desafiaban la pureza doctrinal de Cristo, él los guiaba hacia pasajes específicos de las Escrituras. Cuando consideraba asuntos prácticos, Jesús se dirigía a la revelación divina. Cristo entendía que su misión, dada por Dios, era cumplir lo que habían predicho los profetas.

La exaltada comprensión de las Escrituras que tenía Cristo contrasta con las actitudes generalizadas que a menudo muestran los profesos cristianos de hoy. Confesiones cristianas enteras han llegado a considerar que la Biblia es interesante pero que son manuscritos históricos no confiables. Todo –la creación en seis días, el Éxodo, la resurrección corporal de Jesús (y mucho más la segunda venida literal)– ha sido puesto en duda o relegado a la condición de mito.

Lo que esto conlleva para el discipulado es claro. ¿Por qué alguien querría dar su vida a una causa basada solo en mitos? En cambio, la gente abrumada con problemas reales necesita un Salvador real. De otro modo, el evangelio llega a ser un tesoro herrumbrado o, metafóricamente, monedas de plástico cubiertas con oro de imitación. A la distancia, alguien podría ser engañado, pero al examinarlas más de cerca, el plástico sería rechazado. El único camino seguro es seguir el ejemplo de Cristo de exaltar, honrar y obedecer la Biblia.

La muerte no es un mito ni un símbolo. Es una de las realidades más crueles que todos afrontamos. Piensa en lo que implica para el concepto de la Biblia que las enseñanzas bíblicas, tales como la resurrección de Jesús o su segunda venida, se traten como meros símbolos o mitos. ¿Por qué nosotros, individualmente y como iglesia, no debemos permitir que Satanás nos entrampe en esto?