“Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos”
Romanos 2:14
LAS LEYES CIVILES DE MOISÉS
Aunque los judíos estaban bajo el dominio de Roma en el tiempo de Jesús, se les dio autoridad sobre los asuntos que eran exclusivos de sus costumbres y religión (ver Hech. 18:15). El cuerpo legislativo responsable de administrar la ley judía se llamaba “Sanedrín”. Algunas veces llamado “el concilio” (Juan 11:47; Hech. 5:27), el Sanedrín constaba de 71 hombres elegidos de entre los sacerdotes, ancianos y rabíes, y era presidido por el sumo sacerdote. Servía como una especie de Corte Suprema que trataba con las costumbres, las tradiciones y las leyes judías.
La ley judía de la sociedad se fundaba en los códigos civiles revelados en los cinco libros de Moisés. Siendo que Moisés escribió los primeros cinco libros bíblicos, se mencionaban estas normas como “las leyes de Moisés”. Cuando Dios originalmente dio las leyes a Moisés, lo hizo previendo un Estado en el que él, Dios mismo, sería la cabeza, y la gente cumpliría sus mandatos legales. En el tiempo de Jesús, los judíos estaban sujetos a la ley romana. Sin embargo, el Gobierno romano les permitía usar la ley mosaica para resolver los problemas relacionados con sus costumbres. En esto, el trabajo del Sanedrín era especialmente importante.
El Nuevo Testamento proporciona varios ejemplos de aplicación de la ley mosaica, o de alusiones a ella, en asuntos civiles: se esperaba que los hombres pagaran el medio siclo del impuesto del templo (Mat. 17:24-27; Éxo. 30:13); los divorcios seguían las estipulaciones establecidas por Moisés (Mat. 19:7; Deut. 24:1- 4); la gente todavía se adhería a la ley del levirato, según la cual una viuda debía casarse con el hermano de su esposo (Mat. 22:24; Deut. 25:5); se circuncidaba a los varones al octavo día de su nacimiento (Juan 7:23; Lev. 12:3); y los adúlteros debían ser castigados con el apedreamiento (Juan 8:5; Deut. 22:23, 24).
Lee Mateo 26:59 al 61; Hebreos 10:28; y Deuteronomio 17:2 al 6. ¿Qué principio importante se ve aquí? ¿Qué nos dice acerca de los conceptos bíblicos de justicia y equidad?
Lee algunas de las leyes civiles en los primeros libros de la Biblia. Algunas de estas nos parecen extrañas. (Ver, por ejemplo, Deut. 21.) Considerando quién era el autor de estas leyes, ¿qué deberían decirnos acerca de cómo debemos aprender a confiar en Dios en todas las cosas, especialmente en aquellas que no entendemos completamente?