“Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”
Apocalipsis 14:12
LA IGLESIA DE CRISTO Y LA LEY
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Génesis 2:16 al 3:7; 6; 12; Deuteronomio 7:6 al 12; Gálatas 3:6 al 16; Apocalipsis 12:17; 14:6 al 12.
En una carrera de relevo, un equipo tiene cuatro corredores. Estos pudieron haber competido unos contra otros en algún momento, pero ahora son parte del mismo equipo, y deben pensar como uno solo. En la carrera misma, la longitud de la pista se divide por igual entre los participantes. Un solo miembro del equipo corre por vez, con la estafeta. La estafeta pasa de un integrante al siguiente hasta que terminan la carrera. En un sentido, la posta es el símbolo de continuidad entre los miembros de ese equipo.
La iglesia de Dios es algo así como un equipo de relevo. Comenzando con Adán en el Jardín del Edén, la posta ha pasado por diversas fases en la historia de la salvación: de Noé a Abraham, del Sinaí a la iglesia del Nuevo Testamento, de la iglesia de la Reforma a quienes proclaman los mensajes de los tres ángeles.
El símbolo de la continuidad para la iglesia de Dios es su Ley, que, después de la Caída, debe estar siempre ligada a la gracia salvadora de Dios. Juntas, ambas son la esencia del evangelio. Aquí repasamos la continuidad de la Ley (y la gracia) en la iglesia de Dios a través de los siglos.