“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza” (Prov. 1:7)

El Llamado de la Sabiduría

martes 30 de diciembre, 2014

Lee Proverbios 1:20, 21. ¿Cómo se presenta aquí la sabiduría? ¿Qué se nos dice?

Mientras los pecadores “asechan” y “tienden lazo” (Prov. 1:11, 18), la sabiduría “clama” y “alza su voz” (Prov. 1:20) en “los principales lugares de reunión” (Prov. 1:21), y “dice sus razones” (Prov. 1:21). Aquí, se personifica a la sabiduría y se la ofrece a los hombres de la calle. Es para todos y en todas las actividades reales de la vida. En medio del ruido y el fragor de tantos productos y tantos vendedores, el llamado de la sabiduría debe ser en alta voz; de otro modo, no se la escucharía entre el bullicio de tantas otras voces.

Lee Proverbios 1:22 al 32. ¿Cuál es el resultado de rechazar la sabiduría?

El rechazo de la sabiduría que hace la gente no tiene nada que ver con la sa biduría misma, pero sí con el carácter de los que la rechazan. Estos se describen como arrogantes y desdeñosos (Prov. 1:25, comparar con el vers. 30), como si supieran mejor. La implicación es que la sabiduría es para los ingenuos y los simples. Pero, quienes rechazan la sabiduría son simples e ingenuos; son insensatos que “aborrecerán la ciencia” (Prov. 1:22, comparar con el vers. 29).

Los que rechazan la sabiduría cosecharán el fruto de su rechazo. Habiendo rehusado elegir el temor de Jehová, tendrán que contentarse consigo mismos: “serán hastiados de sus propios consejos” (Prov. 1:31). Cuando rechazamos la sabiduría de lo alto, a menudo nos quedamos con las fábulas y las mentiras que fabricamos nosotros mismos, o las que otros fabrican para nosotros y que aceptamos tan fácilmente. De este modo, reemplazamos a Dios con ídolos. Irónicamente, quienes desprecian la religión, burlándose de quienes juzgan como simples e ingenuos, a menudo son supersticiosos, que valoran las cosas pasajeras e inútiles que nunca pueden satisfacer las necesidades básicas del corazón.

Lee Proverbios 1:33. Dado el contexto presentado antes de este pasaje, ¿qué promesa y esperanza encuentras aquí? ¿De qué modo se ma­ nifiesta esta promesa en tu propia experiencia?