“Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se abrirá” Luc. 11:9, 10

JESÚS, EL ESPÍRITU SANTO Y LA ORACIÓN

sábado 9 de mayo, 2015

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Lucas 2:25-32; Juan 16:5-7; Lucas 23:46; 11:1-4; Mateo 7:21-23; Lucas 11:9-13.

LUCAS HABLA MÁS QUE LOS OTROS evangelios sinópticos acerca de la relación de Jesús con el Espíritu Santo: Mateo se refiere al Espíritu 12 veces; y Marcos, 6 veces. Pero Lucas tiene 17 referencias en su Evangelio, y 57 en los Hechos. Desde la concepción de Jesús (Luc. 1:35) hasta el establecimiento de la misión de los discípulos (Luc. 24:44-49), Lucas ve un vínculo entre Jesús y el Espíritu Santo que es básico para entender el ministerio del Salvador. Lucas también destaca la oración en la vida y la misión de Jesús. Plenamente divino, igual con el Padre y el Espíritu, Jesús en su humanidad nos dejó un ejemplo con respecto a la oración.

Si Jesús vio la necesidad de orar, ¿cuánto más lo necesitaremos nosotros?

“Sin oración incesante y vigilancia diligente, corremos el riesgo de volvernos indiferentes y de desviarnos del sendero recto. Nuestro adversario procura constantemente obstruir el camino a la sede de la misericordia, para que no obtengamos, mediante ardiente súplica y fe, gracia y poder para resistir la tentación” CC 94