ABRAHAM: MISIONERO EN SU PROPIA CASA
“Habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra [...]. Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él” (Gén. 18:18, 19). ¿Qué lecciones importantes acerca de la fidelidad y de servir a Dios encontramos en estos textos?
“Dios llamó a Abraham para que fuera maestro de su palabra, lo escogió para que fuese padre de una gran nación, porque vio que instruiría a sus hijos y a su casa en los principios de la Ley de Dios. El poder de la enseñanza de Abraham se debió a la influencia de su vida. Formaban su casa más de mil personas, muchas de las cuales eran jefes de familia, y no pocas recién convertidas del paganismo” (Ed 187).
Las actividades misioneras tienen más éxito cuando están respaldadas por una vida familiar en armonía con los designios de Dios. La historia de la Biblia y de la iglesia nos dice que la mayoría de las primeras iglesias cristianas se reunían en casas y estaban compuestas por familias. Una de las razones por las que Abraham fue elegido era que Dios vio su habilidad de dirigir a sus hijos y a su casa en el camino del Señor. El propósito de Dios en la familia iguala a su propósito en las misiones: es decir, “hacer justicia y juicio” (Prov. 21:3).¿Qué ejemplos encuentras, de la familia de Abraham, que muestran que esta fue fiel a Dios? Ver Heb. 11:11, 20.
Por supuesto, en la Biblia también podemos encontrar ejemplos de hombres piadosos cuyas familias no siguieron el camino del Señor. Sin embargo, lo que quieren decir los textos es claro: la fe y el ejemplo de Abraham fueron suficientemente fuertes para que los de su casa aprendieran a guardar “el camino de Jehová” (Gén. 18:19).
¿Qué significa para ti la frase “guardar el camino de Jehová”? ¿De qué manera se “guarda el camino de Jehová”?