“Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Luc. 9:23).

EL YUGO DE JEREMÍAS

lunes 23 de noviembre, 2015

Lee Jeremías 27:1 al 18. ¿Cuál es el mensaje de Dios aquí para el pueblo? ¿Por qué para muchos esto podría parecer una traición?

El yugo que Jeremías debía poner sobre su cuerpo era una señal inconfundible de la humillación que la nación sufría, era lo que llamamos una ocupación militar (en Deut. 28:48 y 1 Rey. 12:4, la idea de un yugo aparece como una expresión de opresión). Jeremías tenía que experimentar físicamente lo que significaba la invasión babilónica. El yugo de madera que Jeremías puso sobre su cuello y sus hombros tenía un metro y medio de largo, y unos ocho centímetros de profundidad. La esencia de su mensaje era que si un país se rebelaba contra Babilonia Dios lo tomaría como si el país se rebelara contra él y, como resultado, los rebeldes sufrirían.

Aunque hay cierta ambigüedad en los textos originales, parece que Jeremías no tuvo que hacer solo un yugo para sí mismo, sino también para los enviados de países extranjeros que habían ido a Jerusalén y estaban complotando contra Nabucodonosor a pesar de las advertencias del Señor de no hacerlo. La reacción natural sería pelear contra un invasor extranjero, que es lo que ellos querían hacer. Sin duda, entonces, las palabras de Jeremías no fueron de ningún modo bienvenidas.

¿Qué es especialmente importante acerca del mensaje de Jeremías 27:5? (Ver también Dan. 4:25.)

Aquí otra vez, como aparece en toda la Biblia –Antiguo y Nuevo Testamentos−, Dios el Creador es Soberano sobre toda la Tierra. Aun en medio de lo que parecía ser caos y catástrofe (invasión y dominio de una nación pagana), se revelaban el poder y la autoridad de Dios, y esto debía ser una fuente de esperanza para el remanente el.

Es malo estar bajo un yugo de servidumbre. Sin embargo, pregúntate: ¿He puesto a alguien bajo un yugo injusto? Si es así, ¿por qué no quitarlo ahora?