“Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido” (Mat. 23:12).

SEÑALES DEL FIN

lunes 06 junio, 2016

Después de que Jesús reprendió a los líderes judíos específicos que lo rechazaron, Juan 12:20 al 26 registra un pedido fascinante. Le dijeron a Jesús que unos griegos “querían ver a Jesús”. No obstante, estos gentiles primero hicieron su pedido a judíos que eran fieles a Jesús. Antes de mucho, algo similar sucedería en una escala mucho mayor: mientras que algunos judíos rechazarían a Jesús, otros serían el principal medio por el cual muchos gentiles vendrían al conocimiento de él. Cuán fascinante es que este pedido viniera inmediatamente después de que Jesús dijo a los líderes que su casa quedaría desolada. Así, lo antiguo dejaba lugar para lo nuevo, y para lo que siempre había sido la intención de Dios: la salvación no solo de los judíos, sino también de los gentiles.

En Mateo 24:1 al 14, ¿qué presenta Jesús tanto para los creyentes fieles como para el mundo en general?

Jesús responde las preguntas acerca de la señal de su venida y del fin del mundo.

“Jesús no consideró por separado la destrucción de Jerusalén y el gran día de su venida. Mezcló la descripción de estos dos acontecimientos. Si hubiese revelado a sus discípulos los acontecimientos futuros como los contemplaba él, no habrían podido soportar la visión. Por misericordia hacia ellos, fusionó la descripción de las dos grandes crisis, dejando a los discípulos estudiar por sí mismos el significado [...]. Este discurso entero no fue dado solamente para los discípulos, sino también para aquellos que iban a vivir en medio de las últimas escenas de la historia de esta Tierra” (DTG, 581, 582).

Una cosa es muy clara en la respuesta de Jesús. Él no predijo ninguna utopía terrenal o reino de paz en un milenio terrenal. Guerras y traiciones; desastres naturales; una iglesia que afronta persecución, falsos cristos y aun falsos hermanos. Lo más positivo descrito allí es la promesa de que “será predicado [...] el evangelio del reino en todo el mundo” (vers. 14).

En Mateo 24:13, Jesús dice que “el que persevere hasta el fin, éste será salvo”. ¿Qué puedes hacer para mantenerte espiritualmente fuerte en medio de pruebas que te pueden hacer renunciar a todo? Hemos visto que esto les sucedió a otros; ¿por qué no debemos ser necios y pensar que esto no va a ocurrirnos a nosotros?

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