LA IMAGEN DE DIOS
La Biblia dice que la humanidad fue creada a la “imagen” de Dios (Gén. 1:27). Una imagen puede tener dos dimensiones, como una fotografía o lo que vemos en un espejo; o tres dimensiones, como una estatua o un holograma. Una imagen puede también ser intangible, como una imagen mental o una idea. ¿Qué quiere decir la expresión bíblica?
Lee Génesis 1:26 y 27. ¿De qué manera explica la Biblia lo que significa ser hecho a la “imagen” de Dios? Ver también Gén. 1:31; Deut. 6:5; 1 Tes. 5:23.
Al crear a nuestros primeros padres, Dios estableció una nueva categoría para la vida sobre la Tierra: hombre y mujer. Ellos solos, entre todas las criaturas, fueron hechos a la imagen de Dios. No fueron monos evolucionados. Como seres humanos, somos radicalmente diferentes de todas las demás formas de vida sobre la Tierra, y cualquier teología que disminuya esta diferencia degrada a la humanidad.
“Y llamó el nombre de ellos Adán” (Gén. 5:2). Es decir, ambos, hombre y mujer, aunque seres separados y diferentes, eran uno. Juntos, en su plenitud y totalidad, representaban la imagen de Dios.
La naturaleza de Dios es holística: “Cuando Adán salió de las manos del Creador, llevaba en su naturaleza física, mental y espiritual, la semejanza de su Hacedor” (Ed 15; énfasis añadido).
La palabra “imagen”, en hebreo, es tselem; y “semejanza” es demuth. Estos términos pueden connotar lo físico (tselem) y lo interior (demuth), que incluye los aspectos espiritual y mental de la humanidad. Elena de White reconoce esto cuando dice que el hombre fue hecho a la imagen de Dios, “tanto en la semejanza exterior, como en el carácter” (PP 25).
Deuteronomio 6:5 menciona las dimensiones del ser humano: alma (espiritual), corazón (mental) y fuerzas (física). Algo similar dice 1 Tesalonicenses 5:23. Un ser humano hecho a la imagen de Dios, naturalmente, incluirá todas estas dimensiones.
Aunque esta idea de ser hecho “a la imagen de Dios” engloba mucho más, la Biblia es clara: los seres humanos son una creación singular y separada aquí sobre la Tierra. ¿Por qué es importante que recordemos siempre esta distinción?