“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra” (Gén. 1:26).

RESTAURACIÓN DEL DOMINIO

sábado 2 de julio, 2016

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Génesis 1:26-28; Salmo 8:3-8; Génesis 2:15; Romanos 8:20-22; Éxodo 20:1-17; Romanos 1:25; 2 Tesalonicenses 3:10.

EN LA CAÍDA, NUESTROS PRIMEROS PADRES perdieron más que solo su imagen original de Dios.

“No solo el hombre sino la Tierra también había caído bajo el control del maligno por causa del pecado, y había de ser restaurada por el plan de redención. En su creación, Adán fue puesto para dominar sobre la Tierra. Pero, al ceder a la tentación [...] el dominio que tenía pasó a su conquistador. De este modo, Satanás llegó a ser el ‘dios de este siglo’. Había usurpado ese dominio [...] dado originalmente a Adán. Pero Cristo pagó la penalidad del pecado por su sacrificio, y no solo redimiría al hombre, sino también recuperaría el dominio [...]. Todo lo que perdió el primer Adán será restaurado por el segundo” (ST, 4 de noviembre de 1908).

¿Qué era este dominio perdido? Aunque “dominio” tiene hoy connotaciones negativas, no las tenía en el Edén. ¿Qué significaba que el hombre tuviera dominio sobre la Tierra? Y ¿qué puede hacer la iglesia para recuperar algo de lo que se perdió con la Caída?