“Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?” (Sal. 27:1).

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

viernes 20 de agosto, 2021

“Con los continuos cambios de las circunstancias, se realizan cambios también en nuestra experiencia, y por ellos somos o exaltados o deprimidos. Pero el cambio de circunstancias no tiene el poder de cambiar la relación de Dios hacia nosotros. Él es el mismo ayer, y hoy y por los siglos, y nos pide que tengamos una confianza inquebrantable en su amor” (ELC 122).

“Sigan contemplando a Jesús, continúen orando con fe silenciosa, prosigan apoderándose de su fuerza, ya sea que experimenten algún sentimiento o no. Sigan avanzando sin vacilación, como si cada oración ofrecida hubiese sido colocada en el Trono de Dios y contestada por aquel cuyas promesas nunca fallan. Prosigan adelante, cantando y entonando melodías a Dios en vuestros corazones, aunque os encontréis deprimidos por una sensación de peso y de tristeza. Les digo, como alguien que sabe, que la luz vendrá, que tendremos gozo y que la niebla y las nubes serán rechazadas. Y así pasaremos del poder opresivo de las sombras y las tinieblas al sol brillante de su presencia” (MS 2:298)

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. A menudo es muy difícil ayudar a alguien que sufre de trastornos mentales o de depresión. ¿Cuál sería una buena estrategia para que tu iglesia aprenda a atender de manera más eficaz las necesidades de los afectados por la depresión?
  2. Muchas veces nos esforzamos para ser abiertos y honestos ante Dios. Analicen algunos Salmos, y vean cuán abiertos y honestos fueron los autores bíblicos ante Dios. ¿Cómo podemos fomentar una atmósfera de franqueza y honestidad en nuestra congregación local?
  3. Orar a veces es difícil cuando nos enfrentamos a la depresión. Analicen el poder de la oración intercesora en favor de quienes no pueden orar por sí mismos.
  4. ¿Por qué es tan importante que recordemos que la fe no es un sentimiento? El hecho de que estemos deprimidos, desanimados, con miedo y preocupados no significa que nos falte fe o confianza en Dios. Solo significa que, por el momento, estamos deprimidos, desanimados, con miedo y preocupados, como todos, en algún momento u otro. ¿Cómo podemos asimilar que, en momentos como ese, es fundamental aferrarnos a la fe, sin importar cuán difícil pueda parecer?
  5. ¿Qué gran esperanza puedes extraer de la historia del paralítico, especialmente si un estilo de vida pecaminoso te ha acarreado enfermedades y dolencias?