“Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron” (1 Cor. 10:6).

LA CONQUISTA DE UNA CIUDAD CELESTIAL

jueves 9 de septiembre, 2021

El desarrollo lógico de las ideas clave en Hebreos 4 se vuelve especialmente evidente al leer Hebreos 4:8 al 11. Josué no le dio descanso a Israel. Por consiguiente, dado que Dios no miente, debe haber otro “descanso” pendiente para el pueblo de Dios. Este grupo no está conformado exclusivamente por creyentes judíos. Incluye a todos aquellos que han aceptado a Jesús como su Salvador personal.

Lee Gálatas 3:26 al 29 y observa las características del pueblo del Pacto de Dios después de la Cruz. ¿Qué significa que no haya ni judío ni griego, ni esclavo ni libre, ni varón ni mujer en el contexto en el que escribe Pablo?

A veces, Hebreos 4 se ha utilizado para enfatizar la observancia del sábado, mientras que en otras ocasiones se lo ha utilizado para cuestionar la validez de este reposo sabático, a la luz del hecho de que hay otro reposo (del tiempo del fin). Ninguna de las dos posturas refleja bien el texto bíblico. El texto sugiere que el énfasis del tiempo del fin en el reposo especial de Dios ha estado presente desde la Creación y que la celebración del descanso sabático ofrece una pequeña muestra semanal de ese descanso del tiempo del fin. Por cierto, los judíos consideran que el sábado es un pequeño precursor del ‘olam haba’ (“el mundo por venir”).

El reposo que se asemeja al sábado y que está pendiente para el pueblo de Dios, que refleja el descanso de Dios en el primer sábado de la historia de la Tierra, significa que podemos cesar de nuestras obras y confiar en que él cumplirá su promesa de salvación en nuestro favor.

No obstante los argumentos de algunos intérpretes, el contexto no respalda la sugerencia de que el mandamiento del sábado se había cumplido en el reposo de la salvación que Cristo logró, por lo que no es necesario que los cristianos lo obedezcan. El descanso definitivo que se nos promete mediante lo que Cristo hizo por nosotros no reemplaza el sábado bíblico; al contrario, lo enaltece.

En un mundo que valora mucho a los autosuficientes, el trabajo arduo y a los emprendedores, descansar en Jesús y confiar en que su gracia es suficiente para salvarnos y transformarnos es verdaderamente contracultural.

¿Cómo puedes ayudar a los demás a hallar descanso en Jesús cuando piensan que sus pecados han sido demasiado graves, que su corazón no puede cambiar y que sus casos son verdaderamente desesperados? ¿Qué referencia bíblica compartirías con ellos?