“El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor” (1 Juan 4:8)

PREÁMBULO DE DEUTERONOMIO

sábado 25 de septiembre, 2021

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Isaías 14:12–14; Ezequiel 28:12–17; Génesis 3:1–7; 12:1–3; Hechos 7:20–36; Éxodo 19:4–8.

El libro de Deuteronomio, por supuesto, no surgió de la nada. Como todo en la vida, Deuteronomio existe en un contexto; y –como todo en la vida– ese contexto juega un papel importante en la interpretación de lo que significa el libro y cuál es su propósito.

Lo precedió mucha historia, una historia que explica las circunstancias, no solo del libro en sí, sino también del mundo y el entorno que crean su contexto. Así como sería difícil entender el propósito y la función de un limpiaparabrisas fuera del contexto de un automóvil, sería difícil entender Deuteronomio –especialmente nuestro enfoque (Deuteronomio y la Verdad Presente)– fuera del contexto en el que surgió este documento bíblico.

Alguien leyó La guerra y la paz, del escritor ruso León Tolstói, unas mil quinientas páginas, en solo tres días. Cuando se le preguntó de qué trataba el libro, el lector respondió: “Se trata de Rusia”.

Abarcar en una lección semanal los miles de años de historia antes de llegar a Deuteronomio es hacer algo parecido. Pero, al centrarnos en los aspectos más destacados, podemos ver el contexto necesario para comprender mejor este libro, tan lleno de la “Verdad Presente”.