“Amaréis, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto” (Deut. 10:19).

RELIGIÓN PURA ANTE DIOS

jueves 28 de octubre, 2021

Lee Deuteronomio 24:10 al 15. ¿Qué principios importantes se expresan aquí con respecto a cómo debemos tratar a los que están bajo nuestro control?

Una vez más, vemos la preocupación del Señor por la dignidad humana básica. Puede ser que alguien te deba algo, y sea hora de recobrarlo, pero muéstrale un poco de respeto, un poco de dignidad, ¿sí? No irrumpas en su casa para exigirle. Espera afuera y deja que él salga y te lo dé. Deuteronomio 24:12 y 13 parece decir que si algún pobre te da su manto como “garantía”, al menos debes dejarlo dormir con él durante la noche. Los otros versículos hablan de cómo tratar a los pobres que trabajan para ellos, que pueden ser oprimidos con tanta facilidad. No los opriman, porque a los ojos de Dios es un pecado, y por cierto grave. Nuevamente, si Israel debía dar testimonio como pueblo santo que anda en la verdad en medio de un mundo lleno de errores, idolatría, maldad y pecado, seguramente tendrían que ser amables con los más débiles y marginados de entre ellos. De lo contrario, su testimonio no serviría para nada.

Lee Santiago 1:27 a 2:11. ¿Qué dice Santiago aquí que refleja lo que el Señor le estaba diciendo a su pueblo en Deuteronomio? ¿Qué importancia tiene el hecho de que en estos versículos Santiago vincule el maltrato a los pobres con los Diez Mandamientos?

Aunque no hay nada en los Diez Mandamientos que tenga relación directa con usar favoritismo hacia los ricos en desmedro de los pobres, adherirse estrictamente a la letra de la Ley y, al mismo tiempo, maltratar a los pobres o los necesitados constituye una burla de la propia profesión de fe y de cualquier pretensión de guardar los Mandamientos. Amar a tu prójimo como a ti mismo es la máxima expresión de la Ley de Dios, y esta es Verdad Presente tanto ahora como lo fue en la época de Santiago, y como lo fue cuando Moisés le habló a Israel en las fronteras de la Tierra Santa.

¿Por qué nosotros, como adventistas del séptimo día, que nos tomamos en serio la observancia de la Ley, debemos cerciorarnos de tomar en serio las palabras de Santiago y Deuteronomio? Según lo que leemos en Santiago, ¿por qué creer en la observancia de la Ley solo debería fortalecer nuestra determinación de ayudar a los pobres y los necesitados de entre nosotros?