“Solamente de tus padres se agradó Jehová para amarlos, y escogió su descendencia después de ellos, a vosotros, de entre todos los pueblos, como en este día” (Deut. 10:15).

DEUTERONOMIO EN JEREMÍAS

martes 7 de diciembre, 2021

Hace años, un joven agnóstico buscaba apasionadamente la verdad, sin importar cuál fuera esa verdad y a dónde lo llevara. Finalmente, llegó no solo a creer en Dios el Padre y en Jesús, sino también aceptó el mensaje adventista del séptimo día. Su versículo favorito de la Biblia era Jeremías 29:13, que dice: “Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón”. No obstante, años más tarde, al estudiar su Biblia, encontró ese versículo nuevamente, pero en el libro de Deuteronomio. Es decir, Jeremías lo obtuvo de Moisés.

Lee Deuteronomio 4:23 al 29. ¿Cuál es el contexto de esta promesa a Israel y cómo podría relacionarse con nosotros hoy?

Como ya hemos visto, el libro de Deuteronomio se había redescubierto durante el reinado del rey Josías, y fue bajo el gobierno de Josías que Jeremías comenzó su ministerio. Por ende, no es de extrañar que la influencia de Deuteronomio pueda verse en los escritos de Jeremías.

Lee Jeremías 7:1 al 7. ¿Qué le dice Jeremías al pueblo que haga, y qué relación tiene con lo que estaba escrito en el libro de Deuteronomio?

Vez tras vez en Deuteronomio, Moisés enfatizó que la permanencia en la tierra de Canaán era condicional, y que si desobedecían no permanecerían en el lugar que Dios había elegido para ellos. Considera la advertencia específica que se encuentra en Jeremías 7:4, donde se enfatiza que este era de veras el Templo de Dios, y ellos eran de veras su pueblo escogido, pero que nada de eso traería bendición si no eran obedientes.

Y esa obediencia incluía su forma de tratar a los extranjeros, a los huérfanos, a las viudas, una idea que se remonta directamente a Deuteronomio y a algunas de las estipulaciones del Pacto que era de su incumbencia seguir: “No torcerás el derecho del extranjero ni del huérfano, ni tomarás en prenda la ropa de la viuda” (Deut. 24:17; ver además Deut. 24:21; 10:18, 19; 27:19).

Lee Jeremías 4:4 y compáralo con Deuteronomio 30:6. ¿Cuál es el mensaje para el pueblo y cómo ese principio se aplica también al pueblo de Dios hoy?