“El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mat. 4:4).

DEUTERONOMIO EN EL NUEVO TESTAMENTO

sábado 11 de diciembre, 2021

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Mateo 4:1–11; Deuteronomio 8:3; Hechos 10:34; Gálatas 3:1–14; Hechos 7:37; Hebreos 10:28–31.

El Nuevo Testamento está saturado del Antiguo Testamento. Es decir, los escritores inspirados del Nuevo Testamento citaron a los escritores inspirados del Antiguo Testamento como fuente de autoridad. Jesús mismo dijo: “Escrito está” (Mat. 4:4), es decir, “Escrito está en el Antiguo Testamento”; y dijo que “es preciso que se cumplan las Escrituras” (Mar. 14:49, NVI), es decir, las Escrituras del Antiguo Testamento. Y, cuando Jesús se encontró con dos discípulos camino a Emaús, en lugar de hacer un milagro para mostrarles quién era, “comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían” (Luc. 24:27).

Ya sea empleando citas directas, alusiones, referencias a historias o profecías, los autores del Nuevo Testamento usaron constantemente el Antiguo Testamento para reforzar, e incluso justificar, sus afirmaciones.

Específicamente, Mateo, Marcos, Lucas, Hechos, Juan, Romanos, Gálatas, 1 y 2 Corintios, Hebreos, las epístolas pastorales y el Apocalipsis se remiten a Deuteronomio. Esta semana consideraremos algunos de esos casos y veremos qué verdad presente podemos extraer de ellos.