“Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre” (Mat. 24:37).

EL DILUVIO

sábado 16 de abril, 2022

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Génesis 6:13–7:10; 2 Pedro 2:5–9; Génesis 7; Romanos 6:1–6; Salmo 106:4; Génesis 8; 9:1–17.

“Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Gén. 6:5). El verbo “vio” (Gén. 6:5) recuerda al lector cada paso de la Creación inicial de Dios. Pero lo que Dios ve ahora, en lugar de tov, “bueno”, es ra‘, “mal” (Gén. 6:5). Es como si Dios se hubiera arrepentido de haber creado el mundo, ahora lleno de ra‘ (Gén. 6:5).

Y con todo, el arrepentimiento de Dios también contiene elementos de salvación. La palabra hebrea para “arrepentirse” (najam) tiene un eco en el nombre de Noé (Nóaj), que significa “alivio” (Gén. 5:29). Por lo tanto, la respuesta de Dios a esta maldad tiene dos caras. Contiene la amenaza de justicia, que lleva a la destrucción de algunos; y aun así, su respuesta promete consuelo y misericordia, lo que lleva a la salvación de otros también.

Esta “doble voz” ya se escuchó con Caín y Abel/Set, y se repitió mediante el contraste entre los dos linajes: el de Set (los “hijos de Dios”) y el de Caín (los “hijos de los hombres”). Ahora la volvemos a escuchar cuando Dios distingue entre Noé y el resto de la humanidad.