“Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida” (1 Juan 5:11, 12).
EL ENCUENTRO ETERNO
Lee 1 Corintios 15:51 al 55. ¿Qué “misterio” (1 Cor. 15:51) está explicando Pablo?
Algunos predicadores populares sugieren que este “misterio” (1 Cor. 15:51) es el “rapto secreto” de la iglesia, que ocurrirá siete años antes de la gloriosa segunda venida de Cristo. En este “rapto secreto”, los cristianos fieles son llevados al cielo en forma repentina, silenciosa y secreta, mientras que todos los demás permanecen aquí preguntándose qué les sucedió. Hay gente que podría ir en un automóvil y de repente descubrir que se quedó sin conductor, porque este fue arrebatado al cielo, y todo lo que “queda es su ropa”. La exitosa saga Left Behind [Dejados atrás], de 16 tomos, que se convirtió en cuatro películas, promovía esta falsa enseñanza, y expuso a millones a ella.
Por supuesto, ningún pasaje bíblico respalda una distinción tan artificial entre el rapto y la Segunda Venida. El “misterio” al que se refiere Pablo es simplemente la transformación de los justos vivos, que se unen a los justos resucitados en la segunda venida de Cristo. Este es el “rapto”. No hay un “rapto secreto” porque la Segunda Venida será visible para todos los seres humanos vivientes (Apoc. 1:7). Y, tanto la resurrección de los muertos como la transformación de los vivos ocurrirán al sonido de la trompeta en la venida de Cristo (1 Cor. 15:51, 52).
La segunda venida de Cristo dará lugar al encuentro más asombroso que jamás haya existido. Los justos vivos son transformados “en un momento, en un abrir y cerrar de ojos” (1 Cor. 15:52). A la voz de Dios, son glorificados; ahora se vuelven inmortales, y con los santos resucitados son arrebatados para encontrarse con su Señor en el aire. Los ángeles “juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro” (Mat. 24:31).
“Santos ángeles llevan niñitos a los brazos de sus madres. Amigos, a quienes la muerte separó por largo tiempo, se reúnen para no separarse nunca más, y con cantos de júbilo ascienden juntos a la ciudad de Dios” (CS 628).
Esta es una promesa tan asombrosa, algo tan diferente de todo lo que conocemos, que es difícil de comprender. Pero, piensa en la inmensidad del cosmos, así como en la increíble complejidad de la vida aquí. La Creación misma da testimonio del asombroso poder de Dios. ¿Qué nos enseña todo esto sobre el poder de Dios para transformar a los vivos y resucitar a los muertos en la segunda venida de Jesús?