“Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida” (1 Juan 5:11, 12).

“VENDRÉ OTRA VEZ”

lunes 14 de noviembre, 2022

Lee Juan 14:1 al 3. Ya han pasado más de dos mil años desde que Jesús prometió volver. ¿Cómo podemos ayudar a otros a ver que, a pesar de la gran cantidad de tiempo (que, en realidad, no importa), esta promesa es relevante incluso para nuestra generación, tan distante de la época en que Jesús la pronunció?

Cuatro veces en el libro de Apocalipsis Jesús declaró: “Yo vengo pronto” (Apoc. 3:11; 22:7, 12, 20). La expectativa de su pronta venida impulsó la misión de la iglesia apostólica y llenó de esperanza la vida de incontables cristianos a lo largo de los siglos. Pero, ha muerto generación tras generación, y este evento prometido aún no sucedió. Y así, muchos se preguntan: ¿Cuánto tiempo más tendremos que predicar que “Jesús viene pronto”? Estas palabras ¿han generado una expectativa poco realista? (Ver 2 Ped. 3:4.)

Muchos cristianos se han quejado de la larga “demora” (comparar con Mat. 25:5). Pero ¿cómo sabemos, de hecho, que se trata de una larga “demora”? ¿Cuál habría sido el momento “adecuado” para la venida de Cristo? ¿Hace 50 años, 150, 500? Lo que realmente importa es la promesa bíblica de que “el Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Ped. 3:9).

A pesar de que han pasado tantos siglos desde que Jesús ascendió, la promesa de su venida continúa siendo relevante, incluso en la actualidad. ¿Por qué? Porque todo lo que tenemos es una vida corta (Sal. 90:10), seguida de un descanso inconsciente en la tumba (Ecl. 9:5, 10), y luego la resurrección final, sin ninguna oportunidad posterior de cambiar nuestro destino (Heb. 9:27). En cuanto a los muertos (como se indica en la lección 3), debido a que todos duermen y están inconscientes, para ellos la segunda venida de Cristo ocurre apenas un momento después de que mueren. Para ti, en tu experiencia personal (al igual que para todo el pueblo de Dios de todas las épocas), el regreso de Cristo está a un instante de tu muerte. Eso es dentro de muy poco tiempo, ¿verdad?

Cada día que pasa nos acercamos más a la gloriosa aparición del Señor Jesucristo en las nubes del cielo. Aunque no sabemos cuándo vendrá exactamente, podemos estar seguros de que lo hará, y eso es lo que realmente importa.

En un sermón, un pastor argumentó que no le importaba cuándo sería la venida de Cristo; todo lo que le importaba era que Cristo viniera. ¿Cómo funciona esa lógica para ti, y cómo podría ayudarte si estás desanimado porque Cristo aún no volvió?