“Si obedeces cabalmente la voz del Señor tu Dios, para cumplir todos sus mandamientos que te prescribo hoy, el Señor tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Además, las siguientes bendiciones vendrán y te alcanzarán, si obedeces la voz del Señor tu Dios” (Deut. 28:1, 2).

SI OBEDECES CABALMENTE

lunes 9 de enero, 2023

El libro de Deuteronomio es la versión impresa de los mensajes de despedida de Moisés a la segunda generación de israelitas, después de cuarenta años de vagar por el desierto. Él pronunció estos mensajes en las llanuras de Moab, al este de Jericó. Deuteronomio se ha dado en llamar apropiadamente “El libro de las memorias”.

En este libro, Moisés repasa el trato fiel de Dios con Israel. Relata los viajes desde el Monte Sinaí hasta Cades Barnea, al límite con la Tierra Prometida, así como la rebelión y los cuarenta años de errar por el desierto. Reformuló los Diez Mandamientos, los requisitos del diezmo y el depósito central. Pero el enfoque principal de Deuteronomio es el consejo de obedecer a Dios y así recibir sus bendiciones. Moisés describe a Dios como aquel que tiene la capacidad y el deseo de cuidar a su pueblo.

Lee Deuteronomio 28:1 al 14. ¿Qué grandes bendiciones se prometen al pueblo? Pero, ¿qué debe hacer este para recibirlas?

Moisés estaba muy expectante de que el pueblo entendiera que Dios tenía en mente bendiciones maravillosas, y hasta milagrosas, para ellos. Sus palabras: “Si obedeces cabalmente”, les hizo saber que su destino eterno estaba en juego aquí. Qué poderosa manifestación de la realidad del libre albedrío. Eran la nación escogida de Dios, los recipientes de grandes bendiciones y grandes promesas, pero esas bendiciones y promesas no eran incondicionales. Debían aceptarlas, recibirlas y actuar en consecuencia.

Y nada de lo que Dios les había pedido les resultaba demasiado difícil de hacer: “Porque este mandamiento que te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. No está en el cielo, para que digas: ‘¿Quién subirá por nosotros al cielo, y lo traerá y explicará para que lo cumplamos?’ Ni está al otro lado del mar, para que digas: ‘¿Quién cruzará por nosotros el mar, y lo traerá y nos lo explicará a fin de que lo cumplamos?’ Porque la palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas” (Deut. 30:11–14).

Por supuesto, además de las bendiciones, estaban las advertencias de las maldiciones, lo que les sucedería si desobedecían (Deut. 28:15–68). Es decir, qué consecuencias traería su pecado y su rebelión.

¿Qué significa para nosotros, hoy, “escuchar diligentemente” lo que Dios nos dice que hagamos?