“Entonces miré y vi una nube blanca, y sobre la nube, a uno sentado semejante al Hijo del hombre, con una corona de oro en su cabeza, y en su mano una hoz aguda. Y del Santuario salió otro ángel, y clamó a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: ‘Toma tu hoz y siega, porque ha llegado la hora de segar, y la mies de la Tierra está madura’ ” (Apoc. 14:14, 15).
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
“Es una ley de la naturaleza intelectual y de la espiritual que llegamos a ser transformados por medio de la contemplación. La mente se adapta gradualmente a los temas en que se ocupa. Se llega a asimilar lo que se acostumbra amar y reverenciar. Jamás se elevará el hombre a mayor altura que a la de su ideal de pureza, bondad o verdad. Si el yo es su ideal más sublime, jamás alcanzará algo más exaltado. Más bien, se hundirá en bajezas siempre mayores. Solo la gracia de Dios tiene poder para elevar al hombre. Librado a su propia suerte, su conducta empeorará inevitablemente” (CS 611).
En forma sutil e imperceptible, casi inadvertida al principio, nuestro carácter y nuestra personalidad cambian según las “semillas” que estamos sembrando en nuestra mente. Siembra buenas semillas, y producirás buenos frutos. Siembra las malas semillas de este mundo, y producirás el fruto de este mundo en tu carácter. Si sembramos indiferencia hacia Dios y hacia los valores y las prioridades espirituales, cosechamos el fruto de la indiferencia: apatía, complacencia espiritual y frustración en nuestra vida espiritual. Por eso, quienes piensan: Bueno, yo sé que un día vendrá la persecución final, la “marca de la bestia”, y así sucesivamente, pero cuando llegue, entonces ordenaré mi vida, están eligiendo un camino muy peligroso. Dios nos llama ahora, en este momento, a entregar nuestra vida a él. Cuanto más tardes en responder al Espíritu Santo, el alma se volverá cada vez más dura a los impulsos de Dios y más susceptible a caer en las mentiras del maligno y a creer en ellas.
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
- ¿Cuál es la relación entre ser salvo por gracia y crecer en gracia, en el contexto de Apocalipsis 14:14 al 20 y el principio de la cosecha?
- Analiza los elementos necesarios para el crecimiento de las plantas y compáralo con nuestro crecimiento espiritual. ¿Qué similitudes hay? Es decir, ¿qué podemos aprender del crecimiento de las plantas que podamos aplicar a nuestra propia vida?
- ¿Hay alguna diferencia entre la capacidad que Dios nos dio para tomar decisiones y nuestra fuerza de voluntad? ¿Por qué es importante entender esta diferencia para el cristiano en crecimiento?
- ¿Por qué el título “Hijo del hombre” nos alienta en la hora del Juicio mientras esperamos la segunda venida de Cristo? ¿Por qué es reconfortante saber que un Hombre, un Ser divino-humano, está allí arriba representándonos en el Juicio?