“Pero ahora en Cristo Jesús, ustedes, que en otro tiempo estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo. Cristo es nuestra paz, que de los dos pueblos hizo uno y derribó el muro divisorio” (Efe. 2:13, 14).

DERRIBAR EL MURO DIVISORIO

martes 25 de julio, 2023

Según Pablo, ¿qué hizo Cristo con “la ley de los mandatos y ordenanzas”? ¿Por qué lo hizo? (Ver Efe. 2:14, 15).

Probablemente aquí Pablo esté aludiendo a la barandilla o cerca que rodeaba el atrio israelita en el Templo de Herodes, con su amenaza de muerte. Pablo imagina que este muro se derrumba y que a los gentiles se les otorga pleno acceso para adorar a Dios (Efe. 2:18). La Cruz remueve cualquier muro como este, dice Pablo, porque allí aprendemos que estos dos pueblos, judíos y gentiles, son realmente uno.

Algunos creen que Efesios 2:14 y 15 enseña que la Cruz “abolió” o “anuló” los Diez Mandamientos, incluyendo el mandamiento del sábado. Sin embargo, en Efesios, Pablo demuestra un profundo respeto por los Diez Mandamientos como un recurso para desarrollar el discipulado cristiano. Cita el quinto Mandamiento (Efe. 6:2, 3) y alude a otros (p. ej., el séptimo, Efe. 5:3–14, 21–33; el octavo, Efe. 4:28; el noveno, Efe. 4:25; y el décimo, Efe. 5:5). Esto concuerda con las afirmaciones anteriores de Pablo acerca de la Ley (Rom. 3:31; 7:12). Aborda el mal uso de la Ley, pero honra la Ley misma y asume su continuidad. Por lo tanto, utilizar estos versículos para abolir los Diez Mandamientos, especialmente a la luz de todos los demás versículos de la Biblia acerca de la perpetuidad de la Ley, evidentemente es una mala interpretación de la intención de Pablo aquí.

Al contario, cualquier uso de la Ley para crear divisiones entre judíos y gentiles, y especialmente para excluir a los gentiles de la plena confraternidad entre el pueblo de Dios y el acceso a la adoración, sería anatema para Pablo y un uso inapropiado del propósito divino para la Ley. La “ley” en Efesios 2:14 y 15 son los aspectos ceremoniales de la Ley que dividían a los judíos de los gentiles, representados en la compleja frase de Pablo “la ley de los mandatos y ordenanzas”, o es todo el sistema veterotestamentario de la Ley como se lo había llegado a interpretar, acrecentar y utilizar indebidamente como una cuña para distanciar a los judíos de los gentiles.

¿Qué tensiones entre los adventistas del séptimo día o entre los miembros de la comunidad cristiana en general debemos abordar y superar? ¿Por qué el amor que compartimos por Cristo debería ser suficiente para superar estas tensiones?