“Él respondió: ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu fuerza y todo tu entendimiento; y a tu prójimo como a ti mismo’ ” (Luc. 10:27).

MISIÓN EN FAVOR DEL PRÓJIMO

sábado 11 de noviembre, 2023

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Lucas 10:25-37; 2 Timoteo 3:16; Santiago 2:17-22; Mateo 22:37-40; Gálatas 5:14; Miqueas 6:6-8.

Todos conocemos el pasaje: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu mente” (Luc. 10:27, NVI). No obstante, nuestro amor por Dios puede volverse superficial si decimos que lo amamos pero no le somos obedientes. Amar a Dios requiere un compromiso total de nuestra parte: corazón, alma, cuerpo y mente, todos los días. Cualquiera puede decir que ama a Dios; sin embargo, llevarlo a la práctica requiere un esfuerzo consciente.

Aunque amar a Dios es bueno e importante, Dios también quiere que amemos a los demás, porque nuestro amor por los demás refleja nuestro amor por Dios de una manera poderosa y muy real. Primera de Juan 4:20 declara: “Si alguno dice: ‘Yo amo a Dios’, y aborrece a su hermano, es mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve”. Pablo también expresa en Gálatas 5:14: “Toda la ley se cumple en este solo precepto: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’ ”.

Esta semana aprenderemos cómo aplicar esta lección a nuestra vida.