“El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, que es Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas” (Hech. 17:24).
CÓMO PRESENTAR A UN NUEVO DIOS
Una vez que Pablo hubo captado la atención de los pensadores de Atenas, dirigió a su audiencia al Dios del Cielo.
Lee Hechos 17:24 al 27. ¿Qué método adoptó Pablo aquí en un intento de llegar a estas personas?
Para un pueblo que se preocupaba lo suficiente por las cosas espirituales como para construir un altar a un dios desconocido, las palabras de Pablo eran intrigantes: un Dios creador que no vive en un templo no necesita nada de los humanos, sino que él suple las necesidades humanas. Para una cultura impregnada de mitología griega, en la que los dioses eran impredecibles, egocéntricos y crueles, la idea de un Dios como el que describía Pablo era un pensamiento maravillosamente intrigante. Y los hombres del Areópago dieron sus primeros pasos hacia un Dios de amor.
El hecho es que este Dios, al que no conocían, ¡se daba a conocer! De hecho, también deseaba que lo conocieran.
Es probable que Pablo haya compartido más conceptos en el Areópago que las pocas palabras que Lucas registró en esta historia. Parece razonable, por cuestiones de espacio, que Lucas se limitara a resumir el discurso de Pablo. Si eso es cierto, entonces probablemente Pablo haya desarrollado en detalle cada uno de los conceptos que hemos leído hasta ahora. Entonces, desglosemos el discurso de Pablo en conceptos:
- Primeramente Pablo elogió su actual percepción espiritual y su sinceridad.
- Luego, mostró que había estudiado sus creencias y que había encontrado algunas cosas que respetaba entre lo que había aprendido.
- A continuación, les habló de una cosa en particular que había descubierto en el estudio de su religión y que ellos admitían que no entendían.
- Después de eso, compartió el aspecto de Dios que sabía que necesitaban desesperadamente, que es el hecho de que Dios existe, y que los amaba y no estaba lejos.
- Por último, al final de su discurso, Pablo pasó a advertirles lo que significa rechazar el conocimiento de este Dios que aún no conocían.
Pablo los llevó tan lejos como pudo, según lo que sabía que ellos creían. Si pudo guiarlos hasta allí, su progreso fue importante.
Presta atención a la apelación de Pablo al mundo creado y a Dios como Creador (ver también Rom. 1:18-25). ¿Por qué es este un buen método con la mayoría de la gente, al menos para empezar? ¿Qué tiene el mundo creado que señala a Dios con tanta fuerza?