“Estén quietos, y conozcan que Yo Soy Dios. Exaltado seré entre las naciones, enaltecido seré en la tierra” (Sal. 46:10).

LAS NACIONES - SEGUNDA PARTE

sábado 26 de abril, 2025

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Génesis 2:9-17; Daniel 2:31-35; Isaías 17:12, 13; Daniel 7:1-3; Romanos 3:10-19; Apocalipsis 12:15, 16; Apocalipsis 10:1-11.

A lo largo de los siglos, algunas personas han sostenido que Dios quería que la humanidad cayera en pecado y muriera, y que por eso la llevó a la Cruz en la persona de Jesús para mostrar así de una manera insuperablemente gráfica y poderosa su amor por ella. En resumen, Dios necesitaba, según esa idea, que la humanidad cayera.

Esa es una postura horrible y miserable. Nunca fue la intención de Dios que Satanás o la humanidad cayeran. La rebelión de Satanás, y luego de la humanidad, fue una tragedia de inmensas consecuencias. Nuestra dicha en compañía de Dios habría seguido siendo completa en caso de que nuestros primeros padres no hubieran caído.

Esta semana seguiremos examinando los problemas causados por la Caída y por el deseo de tener un gobierno humano en lugar del divino. Estos temas son poderosamente presentados en el libro de Daniel, donde se muestra que Dios estaba en lo cierto cuando advirtió a su pueblo acerca de lo que sucedería cuando se apartaran de él y eligieran monarcas terrenales en su lugar. Eso fue exactamente lo que obtuvieron: monarcas terrenales en lugar de Dios y pecadores enseñoreándose de pecadores, algo que nunca fue una buena combinación.