¿Cuál fue el problema de la ofrenda de Caín?

25 junio, 2011

¿Por qué no aceptó Dios la ofrenda de Caín? ¿Había algo malo con el sacrificio de Caín? ¿Requería Dios que Caín sacrificara algo que involucrara el derramamiento de sangre? Si lees Levítico 2:1 y 5:11 encontrarás que el Antiguo Testamento permitía sacrificios que no incluían el derramamiento de sangre, como por ejemplo el ofrecer harina como un sacrificio por el pecado. De hecho, la misma palabra Hebrea ( minha) es usada para describir la "ofrenda" de Caín y la "ofrenda" mencionada en Levítico 2. Entonces, ¿por qué rechazó Dios la ofrenda de Caín?

La traducción literal del Hebreo de la primera parte de Génesis 4:5 es: "Pero Dios no miró a Caín y su ofrenda". La palabra Hebrea para "mirar", usada en este pasaje, es sh¹±â, que significa literalmente "mirar con interés". En este contexto significa "mirar con aprobación". Puedes notar, entonces, que Dios no aprobó ni a Caín ni a su ofrenda. Había algo mal con Caín y su ofrenda. Esto es confirmado por el próximo versículo cuando Dios dice a Caín: "Si haces bien, ¿no serás aceptado?" (Gen 4:7, LBA).

Elena de White explicó el problema con la actitud de Caín y su carácter, que claramente se manifestó en el tipo de ofrenda que ofreció. "Prefirió depender de sí mismo. Se presentó  confiando en sus propios méritos. No traería el cordero para mezclar su sangre con su ofrenda, sino que presentaría sus frutos, el producto de su trabajo. Presentó su ofrenda como un favor que hacía a Dios, para conseguir la aprobación divina. Caín obedeció al construir el altar, obedeció al traer una ofrenda; pero rindió una obediencia sólo parcial. Omitió lo esencial, el reconocimiento de que necesitaba un Salvador" (PP 59). Entonces, la mala actitud de Caín hacia Dios afectó la ofrenda correcta que se suponía el debía ofrecer.

Esta es la razón por la que Dios honró el sacrificio de Abel y su ofrenda debido a su carácter y actitud correctos. Hebreos 11:4 confirma esto: "Por la fe, Abel ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que el de Caín" (NVI). Es por la fe de Abel que Dios aprobó su ofrenda.

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