SÁBADO, INSISTENCIA DE LA IGLESIA O MANDATO DIVINO

11 febrero, 2012

Sería un error separar las demandas y las enseñanzas eclesiásticas, de Dios.  Porque la iglesia es su creación y es el medio señalado por él para contribuir en la salvación de los hombres; por lo tanto, las demandas y las enseñanzas de la iglesia, siempre y cuando estén amparadas en las Sagradas Escrituras, podemos decir con toda seguridad que  provienen de Dios.

Una de estas enseñanzas es el sábado, tema que ocupa la lección de esta semana y por la que somos conducidos en un recorrido bíblico para señalarnos su valor e importancia.  En este artículo deseo enfatizar 5 aspectos:

1) El Sábado es una vislumbre del amor de Dios.  Los seres humanos necesitamos descanso; necesitamos renovarnos total y completamente.  Esta renovación debe contemplar no solo las necesidades de orden físico y social sino también las de carácter moral y espiritual.  En los afanes de la vida, en muchas ocasiones podemos enfrascarnos en la búsqueda por satisfacer las demandas materiales, olvidando que como dijo Jesús: "No solo de pan vivirá el hombre" (Mt. 4:4).  Por lo tanto, el sábado fue dado por Dios "para beneficio del hombre" (Mr. 2:27) tanto física como espiritualmente.

2) La insistencia de la iglesia está en consonancia con el deseo de Dios.  La iglesia, propiedad de Dios, es columna y baluarte de la verdad (1ª. Tim. 3:15).  Su misión es sostener y proclamar estas verdades, llamando a los hombres a la obediencia a esa  voluntad expresa de Dios.  Los que responden a esas insistencias, son incorporados a la iglesia o mantenidos en ella hasta que Cristo regrese (Hech. 2:47).

3) Al ser un mandato divino, el sábado requiere obediencia. El Señor Jesús dijo que "no todo el que me dice Señor, Señor, entrará al reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos" (Mt. 7:21).  La voluntad de Dios ha sido manifestada en su santa ley (Ex. 20), del cual el cuarto mandamiento, el sábado, es uno de ellos. Jesús agregó, "Si me amáis, guardad mis mandamientos" (Jn. 14:15); este "guardad" es un imperativo, es decir, un mandato.

4) La diferencia del sábado con el domingo o con cualquier otro día está en su autoridad. Algunos cristianos dicen que guardar un día de reposo puede ser cualquier día, siempre y cuando sea de corazón.  El mundo cristiano en su mayoría guarda el domingo; sin embargo la gran diferencia entre estos dos días o cualquier otro en relación con el sábado es su autoridad.  Mientras la observancia del sábado descansa sobre un mandamiento bíblico (Gén. 2:2-3; Ex. 20:8 – 11; Mrc. 2:28), la observancia del domingo o de cualquier otro día deriva de una interacción de factores sociales, políticos, paganos o económicos.  La autoridad del sábado viene de Dios, quien "bendijo al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación" (Gén. 2: 3).

5) Diferencia de significado. El Sábado a diferencia del domingo o de cualquier otro día tiene un significado diferente.  En la Escritura, el sábado conmemora la perfecta obra creadora de Dios (Gén. 2:3); su completa obra redentora (Luc. 23: 34 – 24: 49), y la restauración final de Dios (Is. 58: 13, 14; 66: 22 – 23; Ap. 21).  en cambio, el domingo o cualquier otro día no gozan de este significado particular.  Todos, son días comunes de trabajo y su autoridad no es más que la de hombres mortales y pecadores.

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