Motivación verdadera para obedecer

Jacob García

domingo 3 de junio, 2012

¿Por qué participamos en la testificación y la evangelización? O, ¿Por qué no lo hacemos?

I.               Verdadera motivación (San Juan 14: 15)

La motivación está en el amor, es una reacción natural y nosotros respondemos al amor de Dios haciendo que su amor pase a otros. Nosotros somos como un canal o la fuente para que ese amor llegue.

"Los que nunca han experimentado el tierno y persuasivo amor de Cristo no pueden guiar a otros a la fuente de la vida. Su amor en el corazón es un poder constructivo, que induce a los hombres a revelarlo en la conversación, por medio de un espíritu tierno y compasivo, y en la elevación de las vidas de los que se asocian con él. Los obreros cristianos que tienen éxito en sus esfuerzos deben conocer su amor. Su idoneidad como obreros se mide en el cielo por su capacidad para amar como Cristo amó y para trabajar como él trabajó". (HAp 454,455)

II.              Falsa motivación (Romanos 3:20; Gálatas 2:16)

En muchas ocasiones hemos pensado hacer alguna cosa como recompensa, por ejemplo: pensamos yo voy a entregar mi diezmo para que Dios me de riquezas. Otro ejemplo seria: voy a dar estudios bíblicos para garantizar mi salvación, esto sería una falsa motivación. Es como si pensáramos voy hacer la obra para conquistar las bendiciones de Dios.   

"El Cristiano que está despierto es el que trabaja, el que procura celosamente hacer todo lo posible para que el evangelio progrese. A medida que crece su amor por el redentor, crece también su amor por el prójimo". (HAp 215)

 

 

Como con cualquier otro estudio, la lección de esta semana ayudará a aumentar el almacén de conocimientos bíblicos de cada uno. Eso es bueno, pero la meta no es solo la de ganar conocimiento, no importa cuán maravilloso sea este. La meta es que usemos ese conocimiento para el bien y, en este con­texto, el mayor bien es dar, a quienes afrontan la destrucción eterna, la oportu­nidad de obtener la vida eterna.

Cuando un cristiano está lleno del amor de Dios, de la gracia de Dios, cuando una persona vive en comunión con Dios es imposible quedar parado. Que el amor de Dios sea el que nos motive a testificar y a evangelizar.