Dios ama las grandes ciudades

Benjamin Mojica

sábado 14 de julio, 2012

Pablo tenía una visión mundial. Conquistó Tesálónica, una gran urbe con 200,000 habitantes. Fue un desafío predicar,  y más animar a los conversos.

¿Te imaginas viajar a  alguna de las diez ciudades más pobladas del mundo para predicar el evangelio? Hasta el año 2008, el registro de población mostraba lo siguiente.[i]

1) Tokio, Japón – 28,025,000; 2) Ciudad de México – 18,131,000; 3) Mumbai, India – 18,042,000; 4) Sáo Paulo, Brasil – 17, 711,000; 5) Nueva York, USA – 16,626,000; 6) Shanghai, China – 14,173,000; 7) Lagos, Nigeria – 13,488,000; 8) Los Angeles, USA – 13,129,000; 9) Calcuta, India – 12,900,000; 10) Buenos Aires, Argentina – 12,431,000. Interesante ¡verdad!

En Nueva York, hay todo un espectáculo aéreo, los edificios son como un mosaico de diseños extravagantes y, en muchos de ellos, están instaladas pantallas gigantescas promocionando toda clase de atractivos visuales. El centro de la ciudad es el corazón desde donde se bombea el flujo de células vivientes corriendo de un lado a otro tratando de sobrevivir con los aspectos multiculturales y sociales de la ciudad.

Hay una plaza en donde están los exponentes callejeros del evangelio, algunos son muy excéntricos en su predica, pero logran captar la atención de los curiosos.

Hay contraste  por todos lados, grupos de gente hablando en chino, otros en inglés y otros según su idioma. Las voces más sobresalientes son las de los jóvenes afroamericanos distinguidos por su color y sus camisas azules o rojas. Llaman la atención porque se retan a golpes y sus voces son escandalosas.

Los estrafalarios transeúntes  llaman la atención y, por supuesto, judíos caminan con su kipa en la cabeza, los musulmanes se inclinan al piso a la hora de la oración y los cristianos se confunden entre la multitud.

En las grandes ciudadesdomina el aspecto multicultural, pero a su vez,  se crea un ambiente de constantenecesidad, lo que es una magnífica oportunidad para compartir el evangelio.

Hoy en día se requiere más preparación para llegar a las grandes ciudades. Pablo es un ejemplo a seguir. Nació en Tarso de Cicilia, era ciudadano romano y, recibió la más alta educación judía. Como rabino, tenía celo por sus creencias religiosas y su encuentro con Cristo dio sentido a sus anhelos más profundos.

Todo lo que aprendió, lo utilizó para la predicación del evangelio, los idiomas no fueron un obstáculo. Era común ser poliglota en su tiempo, pero su disposición social, añadió habilidades especiales.

Veamos  su interacción con el Tribuno romano en Efeso[ii] (Hech. 21:37-22:1)

Cuando empezaron a entrar al cuartel, Pablo dijo al tribuno: "¿Me permites decirte algo?" Y él replicó: "¿Sabes griego?

"¿No eres tú aquel egipcio que hace unos días levantó una sedición, y sacó al desierto cuatro mil salteadores. "Pablo respondió: "Yo soy judío, ciudadano de Tarso, ciudad no obscura de Cilicia.  Te ruego que me permitas hablar al pueblo".

Y como él se lo permitió, Pablo, de pie en las gradas, hizo señal con la mano al pueblo.  Y hecho gran silencio, les dijo en hebreo:"Hermanos y padres, oíd ahora lo que voy a decir en mi defensa…".

Pablo se comunico a esos dos interlocutores en griego y después en arameo, dominaba varios idiomas.

Pablo les dijo a los hermanos de corinto: “Doy gracias a Dios que hablo más lenguas que todos vosotros”. (1 Cor. 14:18)

Hoy en día es importante hablar varios idiomas, especialmente los dominantes, veamos la lista:

1)Chino- Sinotibetana- 885 millones 2) Inglés450 millones 3) Indi-hurdu 333 millones 4) español 266 millones 5) 175 millones.[iii]¡Uuhff, escaofriantel

¿Cuál te animarías a aprender? Creo que vale la pena hacerlo. Sería bueno que pienses en una experiencia multicultural evangelística.

Termino con las palabras de Pablo que le dieron éxito en su misión transcultural en 1 Cor. 9:19-23

Aunque soy libre de todos, me hice siervo de todos por ganar a mayor número.

Con los judíos me hice como judío, por ganar a los judíos; a los que están sujetos a la Ley —aunque yo no estoy sujeto a la Ley—, como si estuviera sujeto a la Ley, para ganar a los que están sujetos a la Ley; a los que no tienen la ley, me hice como si yo estuviera sin la Ley —aunque no estoy sin la Ley de Dios, sino en la Ley de Cristo—, para ganar a los que están sin ley.

Me hice débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me hice todo, para que de todos modos salve a algunos.

Esto hago por causa del evangelio, para participar de él.

¿Qué haces tú por causa del evangelio? Que Dios nos capacite.

 


[ii]Nichols, Francis. Comentario bíblico adventista. t 5, p. 228, 1032 ("capitán de mil"; también el título del oficial comandante de una cohorte. Protectores de los derechos del pueblo durante la república)