Conciencia

29 septiembre, 2012

En mi ultimo año de preparatoria, la escuela preparatoria Adventista en Noruega, compartia un cuarto en el dormitorio con un no-Adventista. Sus padres lo habían enviado allí debido a la buena comida vegetariana que ofrecían en el comedor. En ese lugar se encontraban algunas personas de la religión Nueva-era con una perspectiva holística sobre la unidad del cuerpo y la mente, y la importancia de comer y vivir de manera saludable.

Pronto mi compañero de cuarto comenzó a interesarse en el Cristianismo y el Adventismo, y dos autores que influenciaron sobre él fueron Clive Staples Lewis (ustedes saben, aquel que escribió Narnia) y Francis Schaeffer, y él mismo me interesó también en los libros. Estos dos autores le dieron a las mentes jóvenes algunas razones lógicas para creer en Dios y en el Cristianismo.

Un argumento que ambos autores emplearon fue que la conciencia dentro de nosotros nos dice algo sobre el universo fuera de nosotros. Veinte años después sigo considerando que este es un muy buen argumento.

Si los humanos fueran producto de una cruel evolución, basada en la supervivencia del más fuerte, entonces, ¿cómo es que todos nosotros tenemos esta conciencia dentro de nosotros que nos dice que debemos ser amables con los demás aun cunado no nos veamos beneficiados?

La gente puede suprimir la conciencia, pero todos la tenemos, todos sabemos instintivamente que la bondad es buena y la crueldad es mala.

Pero esta conciencia nos dice que hagamos lo opuesto a la supervivencia del más fuerte, lo cual constituye un problema difícil de explicar para los evolucionistas.

Una vez discutí esto hasta ya muy noche con uno de los líderes de Amnistía Internacional en Noruega. Él y la organización creen profundamente en el derecho que todos tenemos de ser tratados bondadosa y humanamente. ¡No obstante él era un evolucionista! Él creía que habíamos llegado a nuestro estado actual sofisticado de desarrollo evolutivo a través de la crueldad, pero ahora que estamos aquí, tenemos que detener la crueldad por alguna razón y en lugar de esto ser amables.

Esto no hace sentido para mí. ¿Por qué deberíamos de parar el egoísmo, aquello que supuestamente nos convirtió en esta raza humana super-avanzada, y en lugar de esto ser buenos? ¿Solo porque una organización llamada Amnistía nos lo dice? ¿En base a qué autoridad hablan ellos?

La interpretación bíblica es que nosotros no llegamos a este estado por el egoísmo, la cruel evolución, sino que fuimos creados por un Dios quien nos implantó sus mandamientos y valores dentro de nuestras conciencias (Rom 2:14). Pero Dios tiene un enemigo personal, Satanás o el Diablo, quien pelea por nuestra lealtad para el bando opuesto. Nosotros nos encontramos en medio de una batalla mental y espiritual entre el bien y el mal.

¿Será que la interpretación bíblica encaja con lo que experimentamos? ¡Sí, lo hace! Una conciencia que nos dice que hagamos lo bueno, y que tiene conflicto con entregarse al egoísmo y la crueldad, es lo que todos experimentamos cada día.

Darwin y sus seguidores están en desventaja para explicar el porqué del conflicto que experimentamos entre el bien y el mal, entre la bondad desinteresada y el egoísmo cruel. En base a su teoría todos debiéramos ser egoístas y severos. ¡Eso es lo que nos trajo hasta aquí!

La explicación bíblica, por otro lado, encaja perfectamente con nuestra experiencia diaria.

Te invito a estudiar los textos bíblicos de esta semana y que veas por ti mismo como la Escritura explica el origen de la batalla entre el bien y el mal, entre Dios y Satanás. Quizá habrás leído los textos anteriormente, pero debemos recordar continuamente como es que llegamos a esta guerra moral y espiritual.

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