Tierra a la vista
Teodoro Yayé Bull
¡Tierra! ¡Tierra! ¡Tierra a la vista!, fue el grito de Rodrigo de Triana, desde la Pinta, en aquella madrugada del 12 de octubre de 1492 ¡Tierra, tierra, tierra¡ fueron las palabras que devolvieron el aliento a aquél grupo de marineros que estaban navegando en un mar interminable. Estas palabras "tierra a la vista", salvaron a Cristóbal colón, líder de esta embarcación, de ser colgado. Eran cinco las carabelas que salieron del puerto de Palos, España, el dos de agosto de 1492 y solo llegaron tres a tierra, La Niña, La Pinta y La Santa María; 70 fueron los días de azarosa y difícil navegación; Después de tanto tiempo de lucha, hambre, enfermedades, discusiones, intentos de amotinar y regresar a España, aquellos marineros al fin llegaron a tierra firme ¿Habían llegado, ellos, a la tierra nueva? Aunque sin saberlo, habían descubierto un nuevo continente, sus vidas no cambiaron; siguieron padeciendo, hambre, dolor, luchas, enfermedades y muerte. Según el historiador Fernando Orozco, Cristóbal Colón murió en 1506, abandonado, viejo, pobre, enfermo y amargado.
En la Biblia, Dios hace una promesa muy especial "voy a crear nuevos cielos y nueva tierra" (Isaías 65:17). El mismo Señor nos brinda las características de esta tierra nueva: (1) no habrá en ella muerte, ni llanto, ni clamor, ni dolor (Apocalipsis 21:4); (2) ya no habrá injusticias sociales, ni aquello que pareciera la ley de la fauna, devorar o ser devorado (Isaías 65:21-25) y (3) lo más maravilloso es que Dios mismo habitará con nosotros (Apocalipsis 21:4).
La promesa de la nueva tierra es hermosa y constituye para nosotros una esperanza. Aunque para algunos, esta promesa es una utopía, algo inalcanzable; para nosotros, sin embargo, la tierra nueva será una realidad. Dios mismo le dio seguridad al Apóstol Juan diciéndole: "escribe, porque mis palabras son ciertas y verdaderas" (Apocalipsis 21:5)
A demás de todas las bendiciones prometidas para la tierra nueva, la más hermosa sin duda es la presencia de la Deidad cuyo trono se establecerá en la tierra. ¿Verdad, querido amigo que será maravilloso habitar en la presencia de Dios y tener la oportunidad de contemplar su gloria por toda la eternidad? El salmista David lo expresa en las palabras "¡Cuán amable es tu morada, Señor Todopoderoso! Anhelo y ardientemente deseo los atrios del Señor". Por otro lado, el músico cristiano Tuller, expresó aquel privilegio que tendremos en la tierra nueva, con las siguientes palabras: "En presencia estar de Cristo, Ver su rostro qué será, cuando al fin en pleno gozo, mi alma le contemplará"
BIBLIOGRAFÍA
Orozco, L. F. (1992). Historia de México: De la época prehispánica a nuestros días. México, D.F: Panorama.
http://www.tanbible.com/tol_sng/sng_facetoface.htm